• Home »
  • Noticias »
  • ‘Desafío 48 horas’, el peligroso juego que anima a los niños a desaparecer durante dos días

‘Desafío 48 horas’, el peligroso juego que anima a los niños a desaparecer durante dos días

Una niña corriendo | Getty Images

Una niña corriendo | Getty Images

‘Desafío 48 horas’, el peligroso juego que alarma a padres y madres 

Un nuevo reto nacido en las redes sociales está creando inquietud entre madres y padres y cuerpos y fuerzas de seguridad.

El polémico reto anima a los jóvenes a huir y cortar todos los contactos con sus familiares durante 48 horas. Además, para dar la sensación de que se trata de un ‘juego’, los jóvenes desaparecidos recibirán puntos cuando los padres preocupados pidan ayuda a través de las redes sociales para encontrarlos.

Un peligroso reto llamado el ‘Desafío 48 horas’ que está circulando en Facebook ha alertado a padres de todo el mundo, ya que anima a los niños a desaparecer durante dos días. Se les insta a huir y cortar todos los contactos durante 48 horas antes de volver a aparecer repentinamente.

Además, para dar la sensación de que se trata de un ‘juego’, cada mensaje en redes sociales relacionado con la desaparición del ‘jugador’ suma puntos. Lo que significa que los niños ‘desaparecidos’ son recompensados cuando los padres preocupados piden ayuda a los amigos a través de Facebook o Twitter para encontrarlos.

Se trata de una versión que imita el antiguo ‘Juego de los 72’ que circuló por Europa Occidental durante varios años y consistía en que los niños desaparecieran durante 72 horas.

La voz de alarma ha saltado en Irlanda, donde las últimas semanas se han denunciado varios casos de desapariciones de menores. El diario The Independent publicaba días atrás el angustioso relato de una mujer de Irlanda del Norte que perdió el rastro de su hija durante 55 horas. Fue localizada por la Policía a 50 kilómetros de su casa y al preguntarle el motivo de esa ausencia la niña, de 14 años, dijo que estaba jugando al Desafío 48 horas .

«Me aterrorizaba que hubieran muerto, hubiesen sido violados, o víctimas del tráfico de personas», reconoce la madre. «Pero estos niños solo piensan que es gracioso. Ni siquiera hubo un momento de remordimiento cuando mi hija fue puesta bajo custodia policial», lamenta.

El nuevo fenómeno (llamarlo juego, como en el caso de la Ballena Azul, sería un error) empieza a atrapar a muchos niños y niñas y adolescentes en todo el mundo. ¿Qué se gana con el desafío?, ¿hay premio? Sí. Cada vez que se publica una reseña en las redes sociales sobre la desaparición del menor (hoy es muy normal utilizar canales como Facebook o Twitter para pedir ayuda) el protagonista de la historia suma puntos en su cuenta personal. Cuantas más reseñas, mayor reputación en el mundo virtual.

En Latinoamérica se detectó un fenómeno parecido en 2013 que hizo saltar todas las alarmas. En este caso los menores invitados a desaparecer de sus casas sin dejar pistas no podían tener más de 14 años.

El problema, en estos casos, es que muchas madres y padres desconocen el uso que sus hijos hacen de las redes sociales. Y a edades tempranas, coinciden expertos en conducta infantil, es muy fácil caer en este tipo de trampas.

Quedó demostrado con el fenómeno la Ballena Azul, que animaba a los menores a superar medio centenar de pruebas (algunas incluían autolesiones) hasta llegar al suicidio. Y ahora ha vuelto a quedar patente con este desafío que plantea una desaparición como un juego para ganar puntos y aumentar el prestigio en el escaparate de las redes sociales.

Pero la Ballena Azul y el Desafío 48 horas no son los únicos retos auspiciados en ese mundo virtual que ponen en riesgo a menores. En esta lista destacan otros mal denominados juegos como el Shocking Game, que consiste en inducir un desmayo mediante una asfixia intencionada o el Salt And Ice Challenge, que anima a provocarse quemaduras en la piel con la reacción química provocada por la combinación de hielo y sal.

Otras apuestas entre adolescentes que suman muchos seguidores en las redes son el Huffing, aspirar vapores de sustancias químicas como pegamento o aerosoles o el Plaking, fotografiarse boca abajo en escenarios con riesgo de caída. También triunfa en las redes el Aliento del Dragón, ingerir una cucharada de canela en polvo sin agua para expulsarla a través de la nariz o el Train Surfing, reto que propone practicar surfing en el techo de trenes en marcha y saltar entre los vagones. El Muelle, una práctica sexual de riesgo realizada en grupo o el Mumblety Peg, clavar un cuchillo lo más rápidamente posible entre los dedos, cierran esta lista de retos descabellados