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‘Tasazo’ del 135% más: Almonte sigue inflando la ‘burbuja rociera’

Acampada en los terrenos de la calle Santa Olalla de la hermandad de Albaida del Aljarafe. / José Luis Montero

Acampada en los terrenos de la calle Santa Olalla de la hermandad de Albaida del Aljarafe. / José Luis Montero

El Ayuntamiento dispara los impuestos que cobra a la acampada de hermandades en El Rocío.

Es harto conocido que la romería más afamada de Europa mueve tanta devoción como montañas de dinero.

Que un altísimo porcentaje de ese montante descomunal aterriza en las arcas de Almonte es tan de uso público como lo anterior. En las marismas de Doñana conviven fe y negocio al unísono, que han contribuido en las últimas décadas a desarrollar una burbuja de especulación rociera. Desde auténticos paradigmas de economía sumergida pasando por florecientes transacciones inmobiliarias hasta aparcamientos a precio de oro los días de romería. Y cómo no, el summun del sablazo: tasas municipales que se disparan hasta lo estratosférico.

El Ayuntamiento de Almonte, recuperado por el PSOE en 2015 tras el mandato del PP y su pacto contra natura con IU, aprobó en Pleno el pasado 10 de octubre –con los votos socialistas, de IU y de la marca blanca de Podemos– la modificación de ordenanzas fiscales, entre ellas la que ha sembrado la discordia en la familia rociera: aranceles a puestos, barracas, casetas de feria, rodajes cinematográficos o acampadas. De los casos anteriores, todos mantienen su gravamen salvo la última, la más sensible, por ser la tasa que pagan los miles de romeros que por Pentecostés levantan una ciudad efímera en el arenoso suelo de la aldea.

Como se refiere, el proyecto de modificación de la citada ordenanza 2-22 plantea únicamente cambios en ese punto: las hermandades que acampan en terrenos de El Rocío durante la romería verán incrementada un 135 y un 139 por ciento la tarifa que pagan al Ayuntamiento. Esto supone que el suelo destinado a hermandades o asociaciones sin dotación de servicios pasará de 1,38 euros el metro cuadrado a 3,30. En el caso de que ese suelo sí tenga dotación de luz y agua, cuyo enganche se paga aparte, el precio se incrementa desde 1,70 euros hasta los 4 euros por metro cuadrado.

Por el momento, la aprobación provisional de estas ordenanzas del Consistorio almonteño se encuentra en fase de alegaciones, tras ser publicada por el BOP de la Provincia de Huelva el pasado 31 de octubre. Este hecho supone el único rayo de luz que alumbra las esperanzas de las corporaciones rocieras que hacen uso del terreno, casi un centenar, y que de prosperar la nueva ordenanza sufrirán un severo correctivo en forma de tasazo. Tanto es así que ya han llegado hasta el mismo despacho de la alcaldesa, Rocío Espinosa, alegaciones procedentes de filiales rocieras, e incluso, está en marcha el embrión de una agrupación de las mismas para reclamar, de forma conjunta, si las quejas individuales no prosperasen, una rectificación del Ayuntamiento. En esta fase de protesta, incluso se ha conminado al equipo de gobierno a que haga público el estudio económico que sostiene la multiplicación de la tasa.

Un grupo de WhatsApp con más de 70 hermandades afectadas sirve para narrar la cronología de los hechos, e incluso se ha llegado a convocar una reunión formal para tratar el asunto y buscar puntos en común. La cita, que estaba previsto que se celebrara hoy a las 17 horas en Olivares, no se llevará finalmente a cabo. La razón, las reticencias de la hermandad Matriz de Almonte. El presidente de la corporación almonteña, Juan Ignacio Reales, manifestó a este periódico que esas reuniones «tienen que ser convocadas por la Matriz y celebrarse en Almonte». Por el momento, desde la hermandad almonteña se pide «tiempo» y «confianza» en las gestiones que mantienen con el Ayuntamiento, aunque quieren dejar clara su postura: «Estamos con las hermandades, y también hemos presentado alegaciones. Esta tasa es desproporcionada».

El precedente anterior a esta situación se ubica dos romerías atrás, cuando el Ayuntamiento de Aznalcázar aprobó una ordenanza para regular el paso por sus pinares, que no era tal, sino una fianza para garantizar la preservación del espacio natural. Esa situación fue rápidamente contestada por la Matriz, que la calificó de «ilegal» y que «si el pueblo de Aznalcázar, no nos quiere, no pasaremos por allí», en palabras entonces del propio Reales, que se erigió, de alguna forma, en portavoz de la comunidad rociera. Dado el caso actual, y tras mantener una conversación con este periódico, Reales admite que «hay que adoptar el mismo discurso que entonces». La polémica está servida.

LAS HERMANDADES OPINAN: «ATRACO A MANO ARMADA»

Los rocieros son los grandes damnificados de una modificación de ordenanzas de claro color recaudador y que, a la espera de alegaciones, disparará el precio del metro cuadrado de acampadas en la aldea durante la romería de Pentecostés. Casi todas las hermandades se ven obligadas a arrendar estas parcelas, principalmente para alojar en improvisados campamentos a sus romeros o, en otros casos, como aparcamiento de carriolas. Este último caso es el de Villamanrique, la primera y más antigua de las hermandades que peregrina hasta la aldea. Su presidente, Roque Espinar, califica la medida como «atraco a mano armada», y al igual que sus homólogos, anuncia alegaciones. Villamanrique apenas hace uso de 500 metros cuadrados y no es de las más afectadas. Otro caso es el de la hermandad de la Macarena. José Romero, su hermano mayor electo –tomará posesión mañana–, reconoce que no tendrán capacidad para asumir el nuevo coste, «una barbaridad». Además, se queja de que en la pasada romería apenas usaron un 60% del terreno pagado en la zona de Santa Olalla, «el resto era imposible por inundaciones», y nadie del Ayuntamiento le ofreció «soluciones». En su caso, en un terreno de 4.657 m2, dejarán de pagar 7.947 euros para pagar 18.700, más la fianza, que suele rondar el 25% del total.

Una situación similar vive otra de las corporaciones de la capital. El Cerro del Águila alquila anualmente 2.500 m2 en Santa Olalla, y su precio se disparará hasta los 10.000 euros desde los 4.250 que pagan actualmente. Su hermano mayor, Jesús Canela, lo califica como «un problemón», y al igual que otros representantes rocieros, un auténtico «robo». Insiste Canela que Almonte debería rectificar porque todos los romeros llevan muchos años «dándole vida a Almonte». Como «un antes y un después en El Rocío» lo califica Carlos Angulo, hermano mayor de La Puebla del Río. «Esperemos que se frene, porque otra solución no hay», redunda este rociero cuya hermandad arrienda 3.700 m2 en la Boca del Lobo y que verán incrementado su precio en hasta 8.510 euros.

elcorreoweb.es