NATURALEZA – La Mantis religiosa

Mantis religiosa - Foto National Geographic

Mantis religiosa – Foto National Geographic

«Voraz Mantis».

En esta ocasión, nuestro amigo Joaquin Cid nos muestra otro corto documental de la serie «momentos con la naturaleza».

La caza de la Mantis religiosa. Según Joaquin Cid…»Puede que muchos de vosotros hayáis visto en más de una ocasión cómo lo hace, pero lo que estoy seguro, es que después de ver este corto, cuando os encontréis con una Mantis, la miraréis de diferente manera de como lo hacíais hasta ahora. Aquí podéis ver en primeros planos, grabados con calidad HD, la voracidad con que la Mantis se come a una de sus presas favorita, el saltamontes».

National Geographic – La mantis religiosa debe su nombre a sus prominentes patas delanteras, que están dobladas y juntas en un ángulo que recuerda a la posición de oración. Mantis hace referencia al género mantis, al que solo pertenecen ciertas especies de mantis religiosa.

A pesar de su nombre, estos fascinantes insectos son unos fantásticos depredadores. Su cabeza triangular se alza en lo alto de un estirado cuello, que de hecho es un tórax alargado. Los mántidos pueden girar la cabeza 180 grados para escudriñar los alrededores con sus dos grandes ojos compuestos y tres simples situados entre ellos.

La mantis, que suele ser verde o parda y se camufla muy bien entre las plantas de su hábitat, embosca o acecha pacientemente a sus presas. Usan sus patas delanteras para atrapar a su vctima con unos reflejos tan vertiginosos que resulta difícil verlo a simple vista. Además, las patas presentan pas con las que atrapan e inmovilizan a la presa.

Muy a su pesar, polillas, grillos, saltamontes, moscas y otros insectos suelen despertar el nada deseado interés de la mantis. Por otra parte, estos animales también se comen a los de su propia especie. El ejemplo más famoso de ello es la infame conducta amatoria de la hembra adulta, que en ocasiones se come a su pareja justo después del apareamiento, e incluso durante. A pesar de ello, los machos no rehuyen la oportunidad de reproducirse.

Periódicamente, las hembras ponen cientos de huevos en una pequeña bolsa, de la que las larvas emergerán con un aspecto muy similar al de sus progenitores a escala diminuta.

La Mantis también fue un insecto místico en el antiguo Egipto, e incluso se ha descubierto en una tumba faraonica este insecto embalsamado y en un pequeño sarcófago.