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EL VÍA CRUCIS DE LOS ALÉRGICOS – El polen de gramíneas y olivos está en su etapa álgida

ALERGIA 2016Los alérgicos, ante su particular ‘vía crucis’: el polen de gramíneas y olivos está en su etapa álgida.
  • El mes de mayo se despidió, sobre todo en zonas con clima continental de la España seca, con unos recuentos de gramíneas inusualmente altos.
  • Las gramíneas, el olivo y la parietaria enfrentan ahora su época del año de mayor polinización en la mayor parte del territorio español.

Los recientes días de calor hacen que estemos, según el alergólogo Francisco Feo, ante el «peor escenario posible para los alérgicos».

En España hay al menos siete millones de personas con polinosis (alergia al polen). El picor de ojos, los estornudos y el goteo nasal ya han hecho acto de presencia en la vida de muchos alérgicos a la polinización primaveral y no se irán, al menos, hasta mediados de junio. El mes de mayo se despidió, sobre todo en las zonas con un clima continental de interior, con unos recuentos de gramíneas inusualmente altos. Además, especies como el olivo (sur peninsular) y la parietaria (litoral mediterráneo) se encuentran en su punto álgido de polinización. En el norte peninsular, en cambio, la polinización llegará más tarde y su final está previsto para la segunda quincena de julio. Las previsiones para esta primavera, condicionadas por un otoño muy seco, apuntaban a que la concentración de polen en el aire iba a ser leve. «La alta pluviosidad de marzo y abril cambiaron el escenario. El crecimiento de las especies que germinaron durante el otoño depende mucho de las lluvias primaverales» explica el alergólogo Javier Subiza, miembro de la Sociedad de Aerobiología e Inmunología Clínica (Seaic) Todo ello, sumado a la llegada de los primeros días de calor, ha provocado un incremento de la intensidad de la polinización. «El tiempo anticiclónico es el peor escenario para los alérgicos», explica el doctor Francisco Feo, miembro de la Sociedad de Aerobiología e Inmunología Clínica (Seaic). «Estamos en la época de mayor riesgo para los alérgicos», agrega. Picos de gramíneas en el centro peninsular

  • «Lo peor aún está por llegar para los alérgicos a las gramíneas en el norte»

«En las últimas semanas hemos tenido recuentos de gramíneas muy altos en zonas de interior como Cáceres, Jaén o Ciudad Real. En Madrid —donde el 90% de los pacientes con polinosis es sensible a este alérgeno— se han hecho recuentos de hasta 385 granos de polen por m³ de aire. A partir de 50 ya se considera alto», cuenta el doctor Javier Subiza. «Lo normal es que los niveles vayan bajando, pero aún así serán altos durante al menos las próximas dos semanas», prosigue. En otras zonas, como el norte peninsular, «lo peor aún está por llegar para los alérgicos a las gramíneas», cuenta Subiza. Sin embargo, Feo puntualiza que la alergia en el norte, a pesar de ser más prolongada, es mas suave y los pacientes la sufren menos. Las gramíneas (polen de malas hierbas que crecen en los bordes de las carreteras, campos de cultivo, descampados, praderas) constituyen la causa más importante de polinosis en España.

  • El olivo, un polen itinerante

El polen del olivo es, según cuenta Subiza, el segundo alérgeno más importante en España. La incidencia de su familia de alérgenos —que incluye también especies como el jazmín, las lilas o los fresnos— es muy elevada entre los pacientes con polinosis en algunas zonas del sur como Jaén (97%), Ciudad Real (87%) o Málaga (83%). El olivo es un árbol rústico, muy resistente al calor y la sequía, características adecuadas a todo el sur peninsular, lo cual, unido al alto aprovechamiento del terreno y bajo coste de su explotación, le convierten en el cultivo por excelencia de amplias zonas de Andalucía, Castilla La Mancha o Extremadura. «El olivo es el segundo alérgeno más importante de España», explica Javier Subiza. Su polinización, cuenta el doctor, se produce en paralelo a la de las gramíneas entre mayo y junio por lo que las personas con alergia seguirán teniendo síntomas durante, al menos, las próximas dos semanas.

  • En muchos lugares la primera fase del olivo coincidirá con la segunda de las gramíneas

A pesar de que las grandes zonas olivareras se encuentran sobre todo en Andalucía, el polen de los olivos es aeronavegante, lo que hace que el alérgeno se expanda por territorios muy alejados a los cultivos. Según cuenta el doctor Feo, su capacidad de dispersión llega a cubrir distancias de hasta 300 kilómetros. «El olivo va a llegar con cierto retraso a las zonas del centro peninsular. Se espera que haga acto de presencia en las próximas dos semanas, así que en muchos lugares la primera fase del olivo coincidirá con la segunda de las gramíneas», expone el doctor Feo. Parietaria hasta octubre en el mediterráneo La parietaria es una maleza de la familia de las urticáceas muy común en el litoral mediterráneo. Son hierbas o arbustos de entre 60 y 80 centímetros de altura con hojas pecioladas, enteras y alternas. Algunas de ellas poseen pelos urticantes. Su periodo de polinización, aunque puede alargarse hasta octubre, tiene su momento álgido en junio. «Este tipo de polen aparece en concentraciones bajas, pero con poco es capaz de provocar reacciones similares a las del olivo o las gramíneas», cuenta Subiza. Sus niveles de prevalencia oscilan entre el 25 y el 50% de los pacientes con polinosis en regiones mediterráneas (Valencia, Barcelona, Murcia). Además, debido a su prolongada presencia, este polen puede llegar a una sintomatología prácticamente perenne. Tormentas veraniegas y polución, dos agravantes Los doctores del Seaic alertan de la existencia de dos factores que pueden multiplicar los síntomas de la alergia: las tormentas veraniegas y la polución. «Con el calor es habitual la aparición de tormentas. Estas pueden producir una ruptura osmótica de los granos de polen partiendo cada uno en más de 500 partículas, lo que provoca una mayor  penetrabilidad bronquial y agrava los síntomas», explica  Feo. Por su parte, Subiza recuerda que los pacientes tienen cuatro veces más síntomas en las urbes que en los medios rurales por culpa de la polución. «Esto se debe a la polución de los coches diésel, que llevan hidrocarburos poliaromáticos que multiplican por 27 la capacidad alérgica del polen. Además, los síntomas en las urbes son más intensos y los no alérgicos tienen tres veces más posibilidades de llegar a serlo», explica.

AGENCIAS