“La babosa, esa desconocida”.

babosa“La babosa, esa desconocida”
Video ofrecido por Joaquin Cid Leal

En nuestra serie de cortos documentales, Momentos con la Naturaleza, hoy os muestro a una criatura muy curiosa, poco conocida y tal vez por su modo de vida despreciada por muchos, “la babosa”.

Como sabéis este molusco terrestre es de movimientos muy lentos, seguramente es por eso que muy pocas personas se han parado a observar en cómo es su modo de vida, cómo se alimenta, cómo se reproduce y cómo puede servir de alimento a otras especies, eso es precisamente lo que me llamó la atención, así que con paciencia he conseguido captar esas escenas que habitualmente nos pasan desapercibidas.

He acelerado algunas imágenes de manera que nos sea posible ver mejor su comportamiento, ya que a su ritmo normal de movimientos ésto nos llevaría mucho tiempo y casi no nos daríamos cuenta. Por si os apetece verla y saber algo más de ella.

Curiosidades sobre Babosas

Una de las criaturas más curiosas de la naturaleza, son las babosas. Esos moluscos terrestres que parecen caracoles sin hogar, y que suelen comerse las plantas de nuestros jardines. El nombre de babosas no es un nombre científico, por supuesto, sino uno coloquial que incluye a gran cantidad de gasterópodos. Pero a grandes rasgos, se le aplica el nombre de babosa a esos moluscos terrestres que reptan sobre su babosidad, y que miden entre 1 y 15 centímetros, con cuerpos alargados, con cuatro antenas en la cabeza.

Dos de esas antenas son multifunción, llevan los ojos de las babosas, y también son órganos táctiles y olfativos. En la cabeza tienen la boca también, que tiene dos mandíbulas con dientes muy pequeños, y lo curioso es que también tiene dientes en la lengua. Esta es llamada rádula, una especie de cinta con dientes quitinosos, que utilizan para rasgar y raspar su alimento. Detrás de la cabeza, sobre lo que sería el lomo, suelen tener una capa más dura de piel, el llamado manto o escudo, que protege sus órganos. A la derecha de ese escudo se puede ver un orificio que es por donde respira la babosa

Las babosas tienen un pie, aunque no lo parezca. Así se le llama a la parte inferior del animal, el abdomen. La babosa es un animal nocturno, y no suele moverse mucho, por lo general no pasa de los 4 o 7 metros diarios, esto si es que no abunda la vegetación a su alrededor. Pero para moverse es indispensable eso que la hace tan asquerosa, el moco o baba. Una secreción líquida que recubre el cuerpo de las babosas, y hace de humectante a la vez que les permite desplazarse.  A medida que se mueve, mediante ondas rítmicas de contracciones musculares, una glándula ubicada en la parte delantera del pie secreta el moco, que es luego aplastado por la llamada placa de reptación.

Se las suele ver muy activas luego de una lluvia porque ellas mismas están hechas casi por completo de agua, y si el ambiente no está húmedo, casi no pueden moverse, y se mantienen quietas hasta que mejoren las condiciones. El moco que secretan suele ser de tres tipos diferentes, uno más líquido que es el que secreta hacia los costados del cuerpo, mientras que otro moco más viscoso es secretado hacia el centro del cuerpo. Este moco más pastoso es el que recubre su cuerpo, que sirve como protección, para que resulte difícil agarrarla sin que se resbale. A la vez tiene un gusto desagradable. Para la copulación, suelen secretar una baba especial, que puede unirlas, que también suele ser utilizado como una especie de cuerda para sostenerse cuando bajan al suelo desde una planta.

Las babosas no son ni machos, ni hembras, son hermafroditas, es decir que tienen ambos órganos sexuales. Cuando una babosa encuentra a otra se aparean ambas con su pene, que tiene la forma de un sacacorchos. Ambas intercambian esperma, y luego de unos días depositan unos 30 huevos. Pero el apareamiento es más curioso todavía, ya que el pene queda atrapado en la otra babosa, y por eso cada una de ellas debe morder, y cortar el pene de la otra para separarse. Así es que en una segunda etapa de su vida reproductiva sólo son hembras.

Comen plantas, por lo general, y comen mucho. Una babosa puede llegar a comer hasta la mitad de su peso en una noche. Pero si se encuentra con animales muertos, también se alimentará de ellos. Por culpa de sus hábitos alimenticios son el enemigo número uno de cualquier jardinero, que suele atacarlas con metaldehido, cerveza o sal de mesa, para envenenarla.