NATURALEZA – La biodiversidad del Guadiamar

NATURALEZA – La biodiversidad del Guadiamar -parteIX-

El Corredor Verde del Guadiamar recorre unos cuarenta kilómetros siendo el último gran afluente del Guadalquivir, al que cede sus aguas poco antes de su desembocadura en el Atlántico. La figura de protección Paisaje Protegido fue creada expresamente para este espacio andaluz que asume el papel de enlace natural entre Sierra Morena y Doñana, permitiendo la comunicación y mejora genética entre las poblaciones de las especies que residen en estos dos territorios.

Se puede dividir la cuenca del río Guadiamar en tres grandes zonas atendiendo a los componentes que definen sus paisajes y sus principales elementos naturales. Al norteSierra Morena, dominada por la encinas, los pastos, las extensiones de matorral y las repoblaciones de pinos y eucaliptos; al sur la marisma y natural o transformada en cultivos -principalmente de arroz-, con la línea del horizonte como principal elemento que condiciona la mirada. Entre ambas, en la porción centralel Aljarafe y la Campiña, con el olivar y los cultivos herbáceos como protagonistas.

El Guadiamar nos ofrece una gran riqueza natural: los bosques de ribera, las marismas, los pinares y eucaliptales, las áreas de pastos cultivos y las dehesas acogen una gran diversidad de especies vegetales que dan cobijo a una gran diversidad de insectos, anfibios, reptiles, aves, pequeños y grandes mamíferos.

La fauna que encontramos a lo largo de su cuenca es tan variadas que van desde las aves cazadoras (águila calzada o elanio azul), las que viven en las orillas del río (petirrojos, abejarucos y carboneros); los mamíferos habituales en las zonas de cultivos como la liebre y el alcaraván; en el curso bajo del río predominan las aves acuáticas como las anátidas, garzas, y polluelas. Entre los mamíferos destacan dos: la nutria y el lince.