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Si el cielo lo permite, esta noche podrás ver una de las lluvias de estrellas más importantes de la primaver

Un meteoro durante una lluvia de estrellas - NASA

Un meteoro durante una lluvia de estrellas – NASA

Si el cielo lo permite, esta noche podrás ver una de las lluvias de estrellas más importantes de la primavera

Esta lluvia de meteoros, visible hasta el 25 de abril, tendrá su máximo de actividad esta madrugada, según información del Instituto Geográfico Nacional

Esta noche, mire al cielo. Si ha tenido la suerte de encontrar claros después de los pasados días de tormentas, está de suerte: podrá disfrutar de la impresionante lluvia de estrellas de las Líridas, uno de los dos eventos en su clase más importantes que se producirán esta primavera. Si bien se pueden observar desde el pasado 16 de abril y durarán hasta el próximo día 25, en la noche de este lunes la lluvia de estrellas alcanzará su pico máximo según informa el Instituto Geográfico Nacional. Esta madrugada se podrán llegar a observar hasta 18 meteoros a la hora. Si el tiempo lo permite. Además, el hecho de que la luna alcanzase su plenilunio hace unos días también dificulta un poco su observación.

Las lluvias de estrellas como las Líridas ocurren cuando la Tierra pasa a través del rastro de polvo espacial que ha dejado un cometa. Los meteoros pueden aparecer en todo el cielo, pero parecen salir de un único lugar, punto al que se conoce como «radiante». En este caso, el radiante de las Líridas es la constelación de Lyra. Esta lluvia de meteoros es más fácil de ver en el hemisferio norte porque esa parte del cielo está arriba del horizonte antes del amanecer, aunque se puede ver una tasa más baja en el hemisferio sur.

Esta vez los fragmentos que veremos son los del cometa C/1861 G1 (o cometa Thatcher), un cuerpo de largo período que órbita alrededor del Sol una vez cada 415 años; como todos los años, por estas fechas, la Tierra atraviesa un anillo poblado con fragmentos desprendidos de este cometa. Esos trozos o meteoroides entran en contacto con la atmósfera terrestre, y se calcinan por la fricción con el aire, creando así el resplandor luminoso que se conoce como meteoro o estrella fugaz.

Las líridas se han observado durante los últimos 2.600 años. De hecho, los registros más antiguos se conservan en el libro chino de crónicas Zuo Zhuan y datan del año 687 a.C, según las mismas fuentes.

A pesar de que las condiciones no son las óptimas, sobre todo en el sur peninsular y en el Mediterráneo, se puede intentar disfrutar del espectáculo en un lugar alejado de la contaminación lumínica y pocos obstáculos a la vista. No hace falta usar telescopio, se pueden observar a simple vista.

La siguiente lluvia de estrellas importante de la primavera serán las Era Acuáridas y no habrá que esperar mucho: se producirán el próximo 6 de mayo.

POR QUÉ SUCEDEN

Los meteoros de las Líridas son fragmentos del cometa C/1861 G1 (Thatcher), un cometa de largo periodo que orbita alrededor del Sol una vez cada 415 años. Como todos los años por estas fechas, la Tierra atraviesa un anillo poblado con fragmentos desprendidos de este cometa.

Cuando uno de esos fragmentos (o meteoroides) entra en contacto con la atmósfera terrestre, se calcina por la fricción con el aire, creando así el resplandor luminoso que se conoce como meteoro o estrella fugaz.    Las líridas se han observado durante los últimos 2.600 años. Los registros más antiguos se conservan en el libro chino de crónicas Zuo Zhuan y datan del año 687 a.C.

Las lluvias de meteoros parecen tener un único centro de origen, un punto del que parecen surgir todas las estrellas fugaces. Ese punto se denomina «radiante» y su localización se utiliza para nombrar a la lluvia de estrellas. Las Líridas tienen su radiante en la constelación de Lyra, de ahí su nombre. No obstante, se pueden ver en cualquier parte del cielo.

Para poder ver este fenómeno, el IGN recuerda que el lugar de observación puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro.    En este sentido, aconseja observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista (como edificios, árboles o montañas), y no utilizar instrumentos ópticos que limiten el campo de visión.

Y recomienda dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza antes de su ocaso. Con todo, asegura que lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad.

Según agrega el IGN, el número de meteoros observados por hora puede variar muy rápidamente según varía la densidad de fragmentos en la estela del cometa, por ello las predicciones concretas sobre número específico de meteoros dependiendo del día y la hora son difíciles de realizar y suelen estar afectadas de una incertidumbre alta.