Los pobres son los más afectados por el cambio climático
El cambio climático es algo que nos está afectando a todos pero que agrava en el caso de las personas que viven en países en vías de desarrollo.
Mientras nosotros sufrimos las consecuencias en cambios en los patrones climáticos o el aumento en el nivel del mar (entre otros), las personas más vulnerables se enfrentan a un mayor riesgo de sufrir fenómenos meteorológicos más extremos.
La comunidad internacional contempla con preocupación las repercusiones negativas del cambio climático: el aumento de la temperatura global, la existencia de heladas o sequías, el deterioro en la calidad del suelo o del agua, etc. son efectos que afectan directamente a los cultivos de los productores, y que tienen consecuencias directas en la disponibilidad de alimentos y en los ingresos.
Es otra cara de la pobreza, donde también pesa la desigualdad. El riesgo del cambio climático afecta de forma más directa y drástica a la población rural en situación de pobreza, ya de por sí vulnerable. Es una realidad especialmente grave, pues son personas que no cuentan con la formación y con los recursos que serían necesarios para hacer frente a las inclemencias del tiempo y desastres naturales.
La comunidad internacional es cada vez más consciente de la necesidad de trabajar en undesarrollo sostenible, que englobe lucha contra la pobreza y conservación del medioambiente. En esa nueva agenda, resulta fundamental apoyar la población rural de escasos recursos en su esfuerzo por adaptarse al cambio climático; una ayuda que debe permitirles preservar su principal y, en muchos casos, única fuente de ingresos y vida: la producción agrícola.
Nadie puede quedar fuera de la grave responsabilidad de conservar nuestro planeta. Se lo debemos a esas personas tan vulnerables y nos lo piden las generaciones futuras. Nos corresponde facilitarles que vivan en un entorno natural sano, en un mundo mejor que el que nosotros hemos recibido, con menos pobreza y más equidad.
Como datos alarmantes, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, señala que la temperatura media mundial ha aumentado 0,85 grados centígrados entre 1880 y 2012. Esto significa que por cada grado que aumenta la temperatura, la producción de cereales se reduce un 5% aproximadamente. Se ha producido una reducción significativa en la producción de maíz, trigo y otros cultivos importantes, de 40 megatones (40.000 toneladas) anuales a nivel mundial entre 1981 y 2002 debido a un clima más cálido.
-Objetivo de Desarrollo Sostenible 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
Los 193 líderes mundiales que se reunieron en el pasado mes de septiembre, llegaron a establecer estas metas con el objetivo de adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos:
- Fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales en todos los países.
- Incorporar medidas relativas al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales.
- Mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional en relación con la mitigación del cambio climático, la adaptación a él, la reducción de sus efectos y la alerta temprana.
- Poner en práctica el compromiso contraído por los países desarrollados que son parte en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático con el objetivo de movilizar conjuntamente 100 000 millones de dólares anuales para el año 2020, procedentes de todas las fuentes, a fin de atender a las necesidades de los países en desarrollo, en el contexto de una labor significativa de mitigación y de una aplicación transparente, y poner en pleno funcionamiento el Fondo Verde para el Clima capitalizándolo lo antes posible.
- Promover mecanismos para aumentar la capacidad de planificación y gestión eficaces en relación con el cambio climático en los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo, centrándose en particular en las mujeres, los jóvenes y las comunidades locales y marginadas.
Estas metas se establecen, reconociendo que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático es el principal foro intergubernamental internacional para negociar la respuesta mundial al cambio climático.
COP21: la oportunidad de frenar el cambio climático, #NoEstamosLocos es posible
El pasado mes de diciembre, 195 líderes mundiales dieron un paso más en la lucha contra el cambio climático. En esta Cumbre de Clima celebrada en París, se reconoció el cambio climático como uno de los problemas de este siglo así como la importancia de que todos nos sintamos responsables de esto, para así poder comprometernos para evitar el aumento de la temperatura.
Mediante este acuerdo, los países desarrollados firmantes tendrán que invertir 100.000 millones de dólares anuales hasta 2025 (todos juntos), para impedir que el aumento de la temperatura se quede muy por debajo de los dos grados, a final de siglo. Además, se han comprometido a limitar sus emisiones.
Todavía queda pendiente definir acciones más concretas para avanzar en esta dirección pero se trata de una oportunidad para poder cambiar este problema que nos afecta a todos, pero sobre
-Las mujeres rurales, fundamentales para acabar con el hambre en sus comunidades
Las mujeres rurales son una pieza clave y decisiva para lograr la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza. Empoderar a mujeres y niñas, especialmente en zonas rurales, se ha marcado como uno de los caminos a seguir para lograr alcanzar estas grandes metas marcadas en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
- Los datos reflejan que si las mujeres agrícolas tuvieran las mismas oportunidades y condiciones laborales que los hombres, se podría reducir entre 100 y 150 millones las personas que sufren hambre en el mundo.
Desde 2008, el 15 de octubre, se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales para reflejar el papel fundamental de las mujeres en el desarrollo. Mujeres que son la espina dorsal y el sustento de sus comunidades, como en algunas regiones de África donde el 60% de las familias están a cargo de las mujeres. Ellas cultivan la tierra, cosechan y recolectan los alimentos, teniendo la responsabilidad de alimentar a sus familias y garantizarles el aporte suficiente de nutrientes. Además, son las encargadas de ir a buscar agua y la leña para poder cocinar los alimentos.
-La mujeres son la base de la agricultura familiar
Son madres, esposas, hermanas e hijas que representan una cuarta parte del conjunto de la población mundial y dependen de la agricultura para subsistir y mejorar las condiciones de vida de sus familias. En los países del Sur entre el 60% y 80% de las mujeres trabajan en la producción de alimentos.
Según ONU Mujeres, ellas dedican más tiempo que los hombres y las mujeres urbanas a las tareas domésticas. Las mujeres rurales emplean 16 millones de horas diarias a la recolección de agua potable mientras que los hombres dedican a esta actividad unos 6 millones de horas. Las jornadas laborales de las mujeres rurales se amplían con los trabajos agrícolas, las tareas del hogar, el cuidado de los hijos y la obtención de ingresos realizando otros trabajos como la venta en mercados de sus productos.
Pero, aunque ellas trabajan la tierra, menos del 20% de los propietarios de tierras son mujeres. Las agricultoras poseen menos títulos de propiedad que los hombres y tienen un acceso mucho más limitado a insumos, semillas, créditos y formación. Además, las muertes maternas afectan en mayor proporción a las mujeres rurales ya que tienen menos posibilidades a ser atendidas por profesionales sanitarios en el momento de dar a luz.
Las mujeres rurales son agentes clave para lograr un desarrollo sostenible y conseguir cambios económicos, ambientales y sociales pero el camino para superar los retos que hemos descrito aún es largo.
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