Los almonteños y hermanos de las filiales tendrán tarifas especiales en el columbario de El Rocío

Imagen virtual del columbario que se va a construir en el Rocío – ABC

La prohibición de esparcir cenizas revitaliza el proyecto para construir un edificio funerario en la aldea

La Iglesia Católica acaba de prohibir, a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe, esparcir las cenizas de los seres queridos, convertirlas en recuerdos o joyas o depositarlas en casa o en lugares que no estén adscritos a la jurisdicción católica. En definitiva, los restos de los cristianos deberán descansar en lugares sagrados. En Almonte, desde el año 2004 y ante la creciente moda de arrojar las cenizas de los rocieros fallecidos en la marisma aledaña al Santuario así como en la arena de las calles de la aldea, el Ayuntamiento se vio obligado a prohibir, mediante ordenanza municipal, esta práctica que en determinadas fechas del año, como durante la celebración de Todos los Santos, arrojaba escenas más propias de un cementerio y que rompían la singular apariencia de la aldea, causando molestias entre los vecinos y visitantes. La ordenanza, aún vigente, califica esta práctica como infracción administrativa e impone sanciones de hasta 15.000 euros.

Hasta la fecha, los familiares de los rocieros difuntos que han querido que sus cenizas descansaran cerca de la Blanca Paloma han tenido que pedir permiso al Ayuntamiento, que desde que se puso en marcha la ordenanza habilitó un espacio en el Paseo Marismeño para este menester.

No obstante, consciente de que cada vez son más los rocieros que entre sus últimas voluntades incluyen la de descansar lo más cerca posible de la Virgen del Rocío, el Consistorio proyectó durante la pasada legislatura la construcción de un columbario en la aldea. La licitación, que se llevó a cabo en 2014 por un plazo de 50 años y que tendría que haberse puesto en marcha, se ha visto afectada por la polémica suscitada por la variante del Rocío, una infraestructura que ha sido revisada y cuyo nuevo proyecto plantea modificaciones en la zona en la que irá emplazado el futuro columbario.

La adjudicataria de la concesión, el Grupo Empresarial Granero, S.A., con sede social en Cuenca, está obligada por la licitación a ordenar el sector urbano en el que se ubicará el monumento funerario, conocido popularmente como el barrio de las Gallinas. Su construcción se efectuará en una parcela que consta de más de 5.000 metros cuadrados y que linda con el Museo Histórico Religioso del Rocío.

El proyecto, cuya inversión asciende a más de 2,5 millones de euros, comprende la construcción de un edificio que guardará la fisonomía externa propia de las casas de hermandad, con cuatro torres en cada uno de sus extremos y una gran espadaña en su entrada principal.

Dentro, un luminoso patio central, «alegre, florido y sonoro», abierto al visitante, sirve de distribuidor para los distintos columbarios, que serán «silenciosos e incluso algo escondidos», según explican desde la empresa promotora. Dicho patio contará con un pozo rodeado de un estanque como «elemento representativo de la marisma», que servirá de «cenizario común».

Esta edificación, con capacidad para albergar hasta 8.000 urnas, estará rodeada por una amplia zona de parque. En la página web de la empresa pueden consultarse las tarifas fijadas para quien quiera disfrutar en este lugar de su descanso eterno, tarifas que oscilan entre los 5.315 euros en columbario con capacidad para cuatro urnas y los 1.150 que cuesta la inhumación en lo que denominan como «cajita del camino» —con concesión por 50 años— o los 3.520 euros en caso de que el periodo fijado sea de 25 años.

Chip de geolocalización

Los columbarios cuentan con chip de geolocalización GPS y la empresa, en cumplimiento del pliego de prescripciones técnicas de la licitación, ofrece dos tarifas en función de si se es almonteño o hermano de cualquier hermandad filial o no. La más costosa de todas las opciones comprende la contratación de un columbario familiar en la torre del campanario por 50 años y alcanza los 71.500 euros.

La empresa estableció contacto con la Hermandad Matriz de Almonte y aunque esta reconoce que la iniciativa es totalmente municipal y de gestión privada, se mostró abierta a cambiar impresiones con la promotora con el fin de que el proyecto fuera lo más respetuoso posible con la esencia rociera.

La hermandad, además, admite que ha recibido numerosas propuestas de distintas empresas para establecer columbarios dentro del Santuario de la Virgen del Rocío, una idea que ha sido desechada por varios motivos: en primer lugar, porque el edificio que alberga la imagen de la Blanca Paloma no cuenta con el espacio físico necesario para poder ubicar un columbario en su interior y porque, además, según reconoce el presidente de la Matriz, Juan Ignacio Reales, no se ha detectado una demanda elevada entre los hermanos rocieros a través de los canales oficiales con los que cuenta la hermandad.

Sin embargo, la empresa concesionaria asegura que han recibido demandas de información provenientes incluso desde el extranjero, por lo que se muestran ilusionados con el proyecto y esperan comenzar las obras al inicio del próximo año.

FUENTE: ABCandalucía