Peligro: azufre en las esquinas

lugar rociado con azufre

lugar rociado con azufre

La Guardia Civil alerta sobre estos actos que pueden ser perjudiciales para la salud.

Es tóxico, está prohibido y no repele a los perros. La Guardia Civil pide que se denuncien su uso.

Hace unos días, la Guardia Civil animaba a través de las redes sociales a los ciudadanos a denunciar el uso de polvos de azufre para impedir que los perros orinen junto a las falladas de viviendas o comercios alertando de que además de ensuciar la calle, también es perjudicial para la salud del animal como de cualquier menor que pudiera tocarlo. Pero además de su toxicidad cuando es ingerido, inhalado o por contacto con la piel (su exposición puede provocar úlceras en la piel, conjuntivitis, inflamación de la mucosa nasal e incluso dificultades en la respiración), la realidad es que está prohibido y que además no sirve para repeler a los canes.

El Ayuntamiento de Málaga ya lo ha explicado

Desde el propio Ayuntamiento de Málaga explican que el uso de ese polvo amarillo que tan frecuentemente se ve en muchas esquinas y paredes de edificios y aceras se fundamenta en la creencia popular de que es una buena medida disuasoria para evitar que los perros se acerquen y orinen o defequen en la zona tratada, pero después de tantos años lo único cierto es que a día de hoy sigue sin haber evidencia científica de tal efecto. Sí que funciona en horticultura como un efectivo repelente de insectos, pero no está probado que también lo haga con los canes.

A efectos normativos, ninguna ordenanza municipal prohíbe explícitamente esta práctica, pero sí que queda incluida, y por tanto prohibida, en el artículo 5 de la ordenanza para la limpieza de espacios públicos, en el que además de exponer la prohibición de arrojar a la vía pública todo tipo de residuos, también se refiere a “cualquier conducta que pueda ir en detrimento de la limpieza y salubridad de los espacios públicos”. El incumplimiento de este artículo está calificado como una infracción de carácter leve, que conlleva una sanción económica que puede llegar hasta los 750 euros.

En definitiva, que por muy molesto que pueda ser, y lo es, encontrarse orín de perro al salir de casa o en la puerta del negocio, más vale tener en cuenta estas consideraciones. ¿El remedio más efectivo? Que el dueño de la mascota sea responsable, algo que no siempre ocurre a pesar de que la normativa municipal también es clara al exigirles que impidan que orinen o defequen en la vía pública y que, en cualquier caso, recojan los excrementos. De no hacerlo, la multa en Málaga capital suele rondar los 212 euros pero puede llegar hasta lo 500 si tiene lugar en parques o jardines, calles peatonales, zonas de gran afluencia o el entorno de centros educativos y sanitarios. Así es al menos sobre el papel, porque la realidad sobre el terreno es que la Policía Local apenas impone una treintena de multas al mes a dueños de perros por no recoger las deyecciones de sus mascotas.

En algunos comercios se pueden encontrar repelentes, pero también hay algunos remedios caseros para, al menos, eliminar el olor que dejan los orines, como el vinagre, ya que también tiene un olor fuerte para alejar a los perros, pero no es tóxico.

Video – (El azufre ensucia las calles y es perjudicial para la salud)