El Ayuntamiento de San José de la Rinconada conciencia a sus vecinos

San José de la Rinconada un pueblo en progreso demostrado.

>No recoger las heces puede suponer una multa de hasta 200 euros según la normativa municipal.

El Ayuntamiento de La Rinconada ha puesto en marcha una nueva campaña municipal de concienciación sobre la obligatoriedad de la recogida de los excrementos caninos, que pretende informar sobre las ordenanzas establecidas al respecto y la normativa que atañe a los propietarios de perros en cuanto al cuidado y conservación de la limpieza en la vía pública.

La metodología que se va a usar al respecto pretende incidir en los problemas que suponen para el resto de usuarios de la vía pública a través de un equipo multidisciplinar, denominado «Patrulla Anti Cacas» (PAC), que ejecutará, por un lado, la labor de explicar a los propietarios de mascotas la importancia del respeto mutuo del resto de usuarios de la vía pública hacia sus mascotas y de ellos y ellas mismas, como propietarios, para con el resto de la ciudadanía que transitan por las calles del municipio y, por otro, tratará deconcienciar al respecto contra los malos tratos a las mascotas, a la par que incidir en la mala imagen, el problema de higiene y la falta de respeto que entraña la presencia de excrementos en la vía pública.

El delegado de Medio Ambiente del Consistorio, Francisco Manuel Díez, ha destacado que «tener un perro implica una serie de responsabilidades no sólo en lo referente al cuidado y la atención de la mascota, sino en el desarrollo de una conducta adecuada para con el resto de la ciudadanía».

La normativa municipal al respecto, recogida en el artículo ocho de Tendencia de Animales habla de la obligación de los propietarios de mascotas de limpiar la suciedad de la vía pública derivada de las deposiciones de sus mascotas, pudiendo el Ayuntamiento llevar a cabo sanciones en caso de incumplimiento. También, los artículos 56 y 57 de la Ordenanza de Limpieza Pública, se refieren a que los propietarios de mascotas tratarán de evitar las defecaciones de las mismas en la vía pública o, en su defecto, procederán a la recogida de los residuos depositados, limpiando la vía pública. La sanción por el incumplimiento de la normativa puede alcanzar los 200 euros.