NATURALEZA – «Familia de zorros en el Corredor Verde»

el zorro en el corredor verde jclNuevo corto documental de Momentos con la Naturaleza por nuestro amigo Joaquin Cid Leal

«Familia de zorros en el Corredor Verde».

Con este nuevo vídeo, Joaquín Cid  ha tratado de hacernos sentir esa maravillosa sensación de encontrarnos en plena Naturaleza, también de intriga, intriga por buscarlos hasta localizarlos, después sorpresa al poderlos ver tan cerca, y emoción, mucha emoción, cariño, respeto y admiración, sí admiración por esa madre de zorro, cómo a pesar de tantos peligros como tiene que sortear cada día, dijese de atropellos en carreteras, cazadores etc.,

Esta familia de zorros ha conseguido un año más, sacar adelante a su prole. Con las imágenes podéis apreciar el buen estado de nutrición de los cachorros. Según Joaquin, «para mí ha sido una sorpresa comprobar cómo estos animales, salvajes y tan esquivos, habiéndose percatado de mi presencia desde un principio, (ya que me vieron, tan sólo me ocultaba un poco tras los árboles), parecieron entender que no representaba peligro para ellos y toleraron mi compañía a muy pocos metros de distancia». 

El zorro como especie

El zorro pertenece a la familia Canidae. En España fueron descritas las sub-especiesVulpes vulpes silaceus (Miller, 1907) y Vulpes vulpes crucigera (Bechstein, 1789), aunque los últimos estudios señalan que en Europa no existen sub-especies concretas. Sin embargo, sí que parece evidente la diferencia morfológica, al menos en cuanto a tamaño y pelaje, entre los zorros ibéricos meridionales y los septentrionales.

Morfología

El zorro es del tamaño de un perro mediano, aunque con el cráneo alargado y con el perfil superior casi recto, hocico my puntiagudo y las orejas grandes y triangulares. La cola es larga y está densa-mente cubierta de pelo, por lo general con la punta blanca. Su pelaje es suave y espeso, de coloración amarillenta-rojiza hasta pardo-rojiza en sus partes superiores y blanca en las inferiores, y lo muda una vez al año (de primavera a otoño). La parte anterior de las patas y pies son negros. Su variación de color, tanto individual como geográfica, es amplia.

Posee cinco dedos en la pata delantera y cuatro en la trasera, con uñas no retráctiles en ambas, y presenta pocas glándulas sudoríparas en la piel, por lo que la regulación la realiza a través de las vías respiratorias y la lengua. El macho ladra y la hembra chilla  

Distribución

El zorro está presente en toda la superficie de la Península Ibérica, pero no vive en las Islas Baleares y Canarias.

Su hábitat son principalmente las zonas boscosas, aunque también abunda en regiones abiertas e, incluso, en las proximidades de asentamientos humanos y basureros peri-urbanos, de los que se alimenta.

Alimentación

La capacidad del zorro para incluir cualquier tipo de alimento en su dieta le permiten adaptarse a una gran diversidad de hábitats.

Aunque su dieta también sufre variaciones geográficas (hay gran densidad de zorros cerca de basureros peri-urbanos y en zonas residenciales), son también importantes las variaciones estacionales. Por ejemplo, durante la época de mixomatosis el zorro se alimenta en gran parte de conejos, y en otoño-invierno suele consumir una gran cantidad de frutos. En resumen, el zorro es omnívoro; se alimenta de insectos, huevos de ave, pollos, crías de diversos mamíferos, liebres, aves de hasta el tamaño de un ganso, desechos de origen humano, aunque en poblaciones naturales sobre todo se alimenta de ratones y otros micro-mamíferos (sobre todo en el norte peninsular), conejos (en el sur), bayas y frutos.

Costumbres

El zorro está activo principalmente durante el crepúsculo y la noche. Es generalmente un animal solitario, aunque también pueden vivir en parejas permanentes o en grupos de un macho y dos o tres hembras. A partir de la época de celo vive aparejado (desde comienzos a mediados de invierno). Hasta la época de cría, el macho permanece junto a la hembra (desde el inicio de la primavera), llevando alimentos para los cachorros.

El zorro es un animal discreto, que caza sobre todo por la noche. Durante el día permanece oculto entre los matorrales o en sus madrigueras, excavadas en parajes secos y escondidos, a menudo entre las rocas, los barrancos herbosos y las espesuras. El apareamiento tiene lugar en enero y febrero y las crías nacen hacia abril o mayo. Los zorrillos se crían primero en la madriguera subterránea, en un blando nido bien guarnecido que comunica con el exterior por varios pasajes. Estas madrigueras se agrandan y perfeccionan constantemente, y el zorro las utiliza durante años. Los zorros pasan generalmente toda su vida en el mismo territorio, y no son amigos de las incursiones lejanas. Durante el transcurso de sus expediciones nocturnas cazan pequeños roedores, pájaros e invertebrados de gran tamaño, sin despreciar los conejos, los cervatillos o los animales domésticos. Cuando consiguen una presa grande, la llevan hasta la madriguera para disponer de una reserva.

Reproducción

El zorro puede ser monógamo o polígamo. El celo, que tiene lugar de diciembre a febrero (se adelanta en latitudes más bajas), viene marcado por un período de receptividad de las hembras que dura entre 2 y 3 días, aunque puede llegar hasta 3 semanas. La cópula que tiene lugar en estos días receptivos dura unos 30 minutos.

La gestación dura de 52 a 53 días, hasta marzo o abril, momento en que la hembra da a luz en el interior de una madriguera a una camada que puede ser de 3 a 8 cachorros, con un máximo de 12. Los zorreznos nacen completamente cubiertos de borra, no abren los ojos hasta los 8-14 días, y a las 4 ó 5 semanas salen del cubil. Con 8 semanas ya pesan más de un kilo y presentan un pálido color crema. El destete tiene lugar hacia la novena semana (los zorreznos ya pesan 2-2,5 kg). A las 7 ó 10 semanas abandonan por completo la madriguera. Con cinco meses pesan más de 3 kg y alcanzan la madurez sexual a los 9 ó 10 meses, pudiendo reproducirse en la temporada de cría siguiente a su nacimiento.

El cuidado de los cachorros corre a cargo principalmente de la madre, aunque ocasionalmente el macho u otra hembra pueden intervenir en sus cuidados.

La dispersión de los jóvenes zorros tiene lugar a finales de verano o principios de otoño. Los machos se dispersan en todos los casos, mientras que las hembras en ocasiones se quedan en el territorio donde nacieron.

Rastros

El zorro presenta manos con cinco dedos de los que se impresionan cuatro, ya que uno está situado bastante arriba. Además de las almohadillas de los dedos, y de las cuatro patas, se marcan las uñas y una almohadilla principal. Las huellas, de 5 cm de largo y 3-4 de ancho, son muy similares a las de un perro pequeño, aunque la trasera es más estrecha, lo que le confiere un aspecto alargado. Se puede distinguir de la huella de cualquier otro cánido de su tamaño trazando una línea recta que pase entre las almohadillas centrales y las laterales sin cortar a unas ni a otras. En la delantera los dedos están más abiertos, por lo que es más ancha y tiene un aspecto relativamente más redondeado que la trasera. Generalmente se desplaza al trote y con las huellas en posición oblicua a la dirección en que se desplaza. La separación entre dos huellas consecutivas es de unos 30 cm.

Las huellas de zorro son frecuentes en casi cualquier medio, incluidos basureros y zonas peri-urbanas. Como otros muchos carnívoros, frecuenta los caminos y pistas en sus desplazamientos, por lo que es fácil encontrar sus rastros.

Acostumbra a escarbar las madrigueras de sus posibles presas, por lo que este dato es otra evidencia de la actividad trófica de este frecuente canino.

Al igual que hace el lince y el gato montes, la pluma de las aves será cortada a poca distancia de su nacimiento con un limpio mordisco causado por la muela carnicera.

Tanto tejón como zorro «fabrican» cubiles muy similares en su estructura interna. Tanto ésta como su planteamiento van desde un simple agujero con una cavidad espaciosa a una ramificación extensa de galerías. La diferencia fundamental se encuentra en que el zorro acumula la tierra extraída alrededor de la entrada quedando un abanico claramente visible; el tejón por el contrario la amontona fuera de su guarida. Además el zorro despide un fuerte olor muy característico que impregnará la entrada de la zorrera; esto no ocurre en el caso del tejón. Otro dato típico es que en el caso del zorro, en especial en época de cría, habrá restos de comida en la boca del cubil. Suele utilizar madrigueras de conejo u otros animales que agranda. Los cubiles suelen encontrarse en terrenos de arenas o arcillas y en los alrededores suelen abundar los excrementos.

Sus deyecciones son de tamaño muy variable (5-20 cm. de longitud y 1,5-2,5 cm. de grosor) y suelen estar divididos en varios cuerpos. El color varía con el tipo de alimento ingerido, así como su olor. En otoño, cuando se alimenta frecuentemente de frutos, los excrementos desprenden un olor afrutado muy característico. Los suele depositar en lugares prominentes, sobre piedras, en pequeñas matas o cualquier sitio donde destaquen y sean fácilmente olfateados y vistos por sus congéneres, ya que desempeñan una misión comunicativa. Son frecuentes los huesos y restos de frutos, así como los elitros y trozos quitinosos de insectos. (Fauna Ibérica)