El incendio del Corredor Verde arrasa más de 100 hectáreas

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El incendio del Corredor Verde arrasa más de 100 hectáreas

  • Las llamas han destrozado una zona de alto valor ecológico que forma parte de un terreno protegido oficialmente desde hace 17 años

En menos de 24 horas, las llamas han arrasado una parte importantísima del pulmón verde de la provincia de Sevilla. El incendio forestal que afecto la tarde de ayer al Corredor Verde del Guadiamar, entre Sanlucar la Mayor, Huévar y Benacazón, ha arrasado unas 100 hectáreas de terreno de alto valor ecológico, protegido como paraje natural desde 2003.

Un lamentable desastre, como lo ha descrito la alcaldesa de la localidad, Juana María Carmona, que ha indicado que la zona afectada está formada sobre todo por parajes naturales del Corredor Verde, mientras que el fuego ha destruido también varias plantaciones de olivar.

El incendio se encuentra controlado desde las 11.10 de esta mañana, tras trabajar toda la madrugada unos 50 miembros del Infoca.

La edil ha señalado que aún no se saben las causas, pero todo parece indicar que se trata de un incendio intencionado, según la información que le han trasladado desde el Infoca.

Según ha concretado el Infoca, una vez controlado «todo el perímetro se encuentra rodeado por una línea de control, formada por una franja de terreno sin vegetación o con vegetación ya quemada, pidiendo quedar en su interior algunos puntos calientes”.

Las llamas quedaron estabilizadas poco después de las 21.15, tras provocar una gran columna de humo que era visible desde buena parte de Sevilla capital y pueblos de la provincia, y se pudieron estabilizar justo a tiempo una vez que se retiraron los medios aéreos con la llegada de la noche.

Durante la madrugada han trabajado, entre otros, 32 bomberos forestales, dos técnicos de operaciones, un especialista, dos autobombas y una unidad de transmisiones y meteorología.

Un vergel al oeste de la provincia

El Corredor Verde del Río Guadiamar, como lo describe la Junta de Andalucía en su web oficial, es hoy una fuente rebosante de vida, el río de príncipes, como lo llamaran los musulmanes: Wadi-Amar, el último gran afluente del Guadalquivir antes de su desembocadura.

Nace cerca del municipio del Castillo de las Guardas, en Sierra Morena, entre encinas, dehesas y monte mediterráneo. Al poco, discurre por la cornisa del Aljarafe, entre tierras de cereal y olivo hasta adentrarse en las arenas y pinares de Doñana. Más abajo, en las inmediaciones del municipio de Aznalcázar, el bosque galería cobra gran fuerza alternando con marismas y cultivos de arroz. Finalmente, encauzado entre muros, abraza al Guadalquivir envuelto por una gran variedad y riqueza de flora y fauna.

En todo su trayecto hay presencia de una gran diversidad de aves, entre las que destacan el milano negro y el aguilucho cenizo. Esta diversidad es muy patente en las Reservas Naturales Concertadas de Dehesa de Abajo o La Cañada de los Pájaros.

En sus más de 70 kilómetros, el carril cicloturístico del Guadiamar, también apto para pie o caballo, muestra las diferencias y la diversidad de los tramos medio y bajo del río. En su tramo medio, el río pasea por la campiña del Aljarafe, por pueblos como Gerena y Huévar, donde aún se conservan un interesante patrimonio monumental, como termas y canteras romanas o iglesias medievales.

En Aznalcázar está situado el Centro de Visitantes Guadiamar y el Jardín Botánico de Buitrago. También dispone de dos áreas recreativas.