Halloween: menos calabazas y más castañas

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Halloween en España: menos calabazas y más castañas

Magosto en el noroeste de la Península Ibérica y la Castanyada en Cataluña son las principales fiestas en España para la Noche de Todos los Santos.

Halloween ha conquistado el mundo. Aunque su celebración actual se difundió sobre todo en los Estados Unidos y las zonas colindantes del mundo anglosajón, cada vez más personas han decidido apuntarse a esta fiesta y seguir la línea impuesta por Hollywood y el gigante norteamericano. Sin embargo, cada país suele tener sus propias celebraciones para el Día de Todos los Santos y estas se resisten a desaparecer. En el caso de España, existen fiestas típicas para la noche del 31 de octubre como Magosto, en el noroeste de la península Ibérica y la Castanyada de Cataluña.

Magosto suele celebrarse especialmente en Galicia, aunque también se celebra en otros puntos de la geografía española como Salamanca, Cáceres, Zamora e incluso fuera de nuestras fronteras, en Portugal (donde se denomina ‘Magusto‘). En Cataluña es conocida como Castanyada y se suelen acompañar las castañas con vino Moscatel o boniatos. El País Vasco la llama Gaztanierra, en Cantabria es Magosta y en Asturias Amagüetsu, donde las castañas se toman con sidra dulce. Cada pueblo nombra esta fiesta según sus raíces y tradiciones, aunque todas se centran en darle la bienvenida al mes de noviembre y tienen como gran protagonista común a las castañas asadas.

Estas fiestas guardan su origen en los rituales de la cultura celta. La llegada del invierno marcaba el comienzo del “año oscuro” y para celebrarlo se realizaba la recogida de las castañas y se asaban en grandes hogueras comunales, ya que el fuego recibía un gran simbolismo por los celtas. En Galicia, de hecho, el Magosto sigue dando importancia a los difuntos durante su celebración y es habitual que las estufas se dejen encendidas toda la noche para que los muertos encuentren su camino a casa, se calienten y puedan tomar las ofrendas de comida hechas por sus familiares. En este tipo de detalles es donde encontramos los elementos comunes con el Samhain celta que aún se celebra en Irlanda y que se ha mantenido en Galicia bajo el nombre de Samaín.

Antes de que la patata y el maíz se trajeran desde América y adquiriesen la relevancia que mantienen hoy en día, las castañas y bellotas eran parte fundamental de la alimentación de los pueblos antiguos y de la población campesina durante siglos. Se solían consumir frescas, secas o molidas para hacer harina; pero su forma asada tomaba cierta relevancia en celebraciones como las que nos ocupan. Una vez la hoguera empieza a consumirse y genera ascuas, se coloca sobre ellas un cilindro de metal con agujeros (tambor) sobre el que se ponen las castañas para que se asen poco a poco con el calor.

Esta diferencia entre calabazas y castañas resulta casi obvia si pensamos en el origen de ambas. España cuenta con una amplia presencia de castaños desde que el Imperio romano fomentó su cultivo y, como ya hemos dicho, su fruto fue el alimento base de la mayoría de la población durante siglos. Por otro lado, el uso de calabazas en Halloween proviene de Estados Unidos y un excedente de esta verdura a finales del siglo XIX. Cada país tiene un alimento propio al que concede un significado especial y que le otorga un lugar de honor en sus fiestas.