Las granjas de los horrores en Italia

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Las granjas de los horrores en Italia

Igualdad Animal ha publicado una investigación realizada en dos granjas de cerdos de Piamonte y Lombardía, en el norte de Italia, después de que un investigador de la organización se infiltrara como trabajador las granjas en abril de 2018.

A través de unos videos, la organización demuestra «la negligencia y el maltrato sistemático» al que son sometidos los cerdos, incluso aquellos certificados para la marca mundial ‘Parma Ham’.

Las granjas de los horrores en Italia

Algunos hallazgos de la investigación han revelado que los operadores manejan los cerdos sin cuidado; cerdos abandonados a morir de forma agónica en los corredores; operadores que golpean violentamente a los cerdos en la cara y en la cabeza; cerdas enfermas y cubiertas de heridas; operadores agarrando cerdos por sus patas y arrojándolos violentamente y animales muertos dentro de las granjas de cría.

Otro hecho que fue registrado por el investigador dentro de las instalaciones concierne a la práctica del corte de cola, procedimiento estándar a pesar de estar prohibido por las normas de la Unión Europea (2008/120/CE), que ya ha recordado a Italia que el 98 por ciento de sus granjas violan dichas normas.

Igualdad Animal ha reportado la situación a las autoridades y a los propietarios de la empresa localizada en la provincia de Cuneo, que suministra al Consorcio Jamón de Parma, firmado también por el supervisor de Bienestar Animal, el doctor Enrico Moriconi y la concejal de la región de Piemonte, Francesca Frediani.

A través de unos vídeos, la organización demuestra «la negligencia y el maltrato sistemático» al que son sometidos los cerdos, incluso aquellos certificados para la marca mundial ‘Parma Ham’.

La organización internacional ha lanzado una petición dirigida expresamente al Ministro de Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales, Gian Marco Centinaio y la Ministra de Salud, Giulia Grillo, para lograr un control mayor en las condiciones de cría de los animales, la suspensión de las prácticas que no cumplen con las normas europeas y una actualización de la legislación sobre el empleo de jaulas para cerdas.