La deuda de los municipios con los bancos se reduce a 106 millones

Los municipios reducen en 106 millones su deuda con los bancos

Montellano, Morón y Los Palacios son los más endeudados. Una decena de ayuntamientos están sin cargas con las entidades financieras. La capital amortiza en un año créditos por 47,2 millones

Los ayuntamientos sevillanos pisan el acelerador para quitarse esa losa que supone la millonaria deuda pendiente con los bancos o entidades de crédito como el Opaef. Tal es el ritmo que en un tan solo un año la provincia logró reducir en 106 millones los créditos pendientes con las entidades financieras, es decir, un 12,2 por ciento del total, que ha pasado de 871 a 764 millones, según los datos publicados por el Ministerio de Hacienda con fecha del 31 de diciembre del pasado 2016.

Con esta rebaja, la provincia acumula cuatro años consecutivos de descenso de la deuda bancaria, que se disparó en 2012 después de que la mayoría de los ayuntamientos se acogieran al Plan de Pago a Proveedores, que permitía las haciendas locales liquidar sus facturas atrasadas con empresas y proveedores a cambio de firmar nuevos créditos bancarios. Eso llevó, de primeras, a que la deuda financiera en la provincia se disparara en un solo ejercicio: de 860 a 1.073 millones, un 25 por ciento.

Desde ese subidón (reflejado en diciembre de 2012), los ayuntamientos sevillanos han logrado amortizar créditos por valor de 309 millones de euros. Tanto es así que la deuda viva se sitúa a niveles de 2008, justo en el inicio de la crisis económica. Esta reducción no es una sorpresa, sino que está casi marcada y orientada por ley. La normativa estatal obliga a las haciendas locales, salvo contadas excepciones, destinar el superávit que generan a estar al corriente con los bancos. Un superávit que es posible no sólo al buen hacer de los gestores municipales, sino también a las estrictas reglas de estabilidad presupuestaria y de techo de gasto impuestos por el Ministerio de Cristóbal Montoro. De hecho, ya son varias las voces críticas, entre ellas las de la propia Diputación de Sevilla, que exigen más libertad de movimientos para destinar ese superávit a inversiones en los pueblos y no a la amortización de la deuda.

Más allá de las razones, la mejoría financiera ha sido en el último año generalizada. Solo 14 de los 105 municipios han visto aumentada su deuda viva y, de estos, la lista de los que han disparado sus compromisos bancarios se reduce a tres: Pilas y Umbrete multiplicaron por dos su deuda viva, mientras que Los Palacios y Villafranca sumó 6,3 millones de euros más a los 37,5 que arrastraba del año anterior. Al otro lado de la balanza y siempre en términos numéricos, se sitúa Alcalá de Guadaíra,que, con permiso de la capital hispalense, lideró la amortización de créditos, con ocho millones de euros menos que hace un año. Le siguen Utrera (-6,7 millones), Écija (-5,5 millones) y San Juan(-4,9 millones), que gracias a ese tirón ha conseguido liquidar el 77 por ciento de su deuda financiera.

A San Juan le queda todavía por liquidar, algo que sí han conseguido diez municipios, uno más que en el último informe de diciembre de 2015. Albaida del Aljarafe, Alcolea del Río, Lora del Río, El Pedroso y Aznalcázar logran, un año más, mantenerse sin nada que deberle a las entidades bancarias. A ellos se adhirió Arahal, que amortizó 1,7 millones en un ejercicio; Tocina (-1,2 millones); Constantina y El Madroño. De esa lista de no deudores se salió La Puebla de Cazalla, El Ronquillo y La Rinconada, que era ejemplo de municipio de mucha población y un nivel inversor importante sin lastras. De todos modos, Hacienda solo acredita una exigua deuda de 13.000 euros, que es asumible por las arcas municipales rinconeras.

En ese listado de buenas formas en lo económico destaca sobremanera Dos Hermanas, que se encarama como el cuarto municipio mas senado del país con una población de más de 100.000 habitantes, sólo superado por Marbella, Vigo y Bilbao.

Al otro lado de la balanza están los que se encuentran en una situación más compleja con las entidades financieras. Hasta cinco municipios –dos más que hace un año– cuentan con una deuda viva superior a mil euros por habitante: Montellano (1260 euros), Morón de la Frontera (1.221 euros), Los Palacios y Villafranca (1.150 euros), Écija (1.083) y Umbrete (1.023). El peor síntoma es para las primeras localidades, que incluso aumentaron la cuantía de sus créditos en este año.

Pese a todo, ningún municipio sevillano se sitúa en los puestos de cabecera de los pueblos con más deuda. De hecho, son estos cinco municipios los únicos que están entre los 500 municipios con más montante pendiente de pagar a los bancos.

Cerca de la mitad del déficit financiero de la provincia está concentrado en la capital hispalense, que cerró el año 2016 con un acumulado de 347 millones, siendo el noveno municipio más endeudado de España. Entre los cien primeros sólo hay tres ayuntamientos sevillanos más: Alcalá de Guadaíra (74), Los Palacios y Villafranca (89) y Écija (90)

La estadística puede llegar a ser irreal, ya que, si se aplica la deuda por habitante, el Ayuntamiento de Sevilla ocuparía el puesto 1.175 de 8.125. Es decir, una posición mucho más discreta. A eso se suma que la capital hispalense lleva dos años reduciendo deudas: 96 millones de euros. Sólo durante el año 2016 amortizó créditos por valor de 47,2 millones.

En cualquier caso, la deuda viva no supone la deuda total de los ayuntamientos, porque no están recogidas ni la comercial ni las deudas con Hacienda y la Seguridad Social ni las contraídas con otras administraciones, entre otros supuestos.

LA DIPUTACIÓN, EJEMPLO DE SANEAMIENTO

La Diputación de Sevilla se puso hace tiempo el mono de faena para acabar con la deuda financiera. Tanto es así que, a fecha de 31 de diciembre pasado, contraía tan solo 25 millones de eurosde deuda a las entidades bancarias. Una cantidad que se antoja elevada a simple vista, pero que es 112 millones menos que en 2013. De ellos, 12 millones se redujeron en el último año. Ese buen comportamiento en lo económico es el que ha utilizado la institución provincial para reivindicar con mayor vehemencia que el Ministerio de Hacienda no sea tan estricto en el uso del superávit.

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