Río Agrio, tramo entre Aznalcóllar y el Castillo de las Guardas

Río agrio

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«Río Agrio, tramo entre Aznalcóllar y el Castillo de las Guardas».

Momentos con la Naturaleza, hoy nos muestra gracias a nuestro amigo Joaquín Cid Leal, escenas de un tramo del Río Agrio, ese bonito afluente de nuestro Guadiamar que discurre por espectaculares paisajes de Sierra Morena entre las localidades del Castillo de las Guardas y Aznalcóllar, es un río muy pobre en vida acuática, ello es debido a la cercanía de las minas del Castillo de las Guardas, lo que hace que sus aguas bajen con cierto nivel tóxico y que le da ese característico tono turquesa. Como la mayoría sabéis este río se frena en el conocido pantano de Aznalcóllar, llamado Embalse del Agrio.

El río Agrio o Crispinejo, afluente de la margen derecha del Guadiamar, nace en el municipio del Castillo de las Guardas recorriendo zonas de relieves abruptos con grandes pendientes. En el tramo que discurre por Aznalcóllar, a penas va acompañado de vegetación de ribera, esto se debe a la acidez de sus aguas al atravesar una zona minera.

El río Agrio o Crispinejo, afluente de la margen derecha del Guadiamar, nace en Las Herrerías, en las proximidades de la aldea de El Peralejo, y discurre por el oeste del término de El Castillo de las Guardas, haciendo de límite entre éste y los de El Madroño y Aznalcóllar. Recorre zonas de relieves abruptos, con grandes pendientes, a menudo encajonado en valles profundos y estrechos. Los arroyos del Pantano y del Higuerón le aportan sus aguas en época de lluvias y en su curso se encuentra el pantano del Agrio, ya en el término de Aznalcóllar. Debido a su recorrido por una zona minera, sus aguas son de elevada acidez, por lo que no presenta prácticamente vegetación de ribera. Lo escarpado de sus márgenes, favorece, sin embargo, la presencia de especies de aves de gran interés, como búho real, águila o cigüeña negra. La rotura de una balsa minera situada en su margen derecho, en término de Aznalcóllar, 2 km antes de su desembocadura en el Guadiamar, provocó el mayor desastre ecológico ocurrido en España en los últimos tiempos.

Embalse del  Agrio
Se construyó    en el año 1979 en la confluencia de los cauces del río Agrio y el arroyo Cañaveroso, para abastecer a las explotaciones mineras y al municipio de Aznalcóllar. Tiene actualmente una capacidad de 23 hm 3.
Cuenta con dos presas, una de regulación y otra de derivación que recoge las aguas de la otra formando un embalse pequeño. Su principal cauce, el río Agrio, es el principal curso fluvial de la zona. Nace en el término del Castillo de las Guardas, y aguas abajo pasa por  las escombreras de la mina canalizándose  parte del recorrido bajo ellas, hasta   desaguar en el río Guadiamar
Tanto el río como el embalse se caracterizan por la acidez de sus aguas debido a la existencia de explotaciones mineras aguas arriba.