Un nuevo cultivo llega al campo andaluz

Plantación de Kenaf

Plantación de Kenaf

El Kenaf llega al campo andaluz para proveer a la construcción

La fibra de la planta, originaria de África, se utiliza para la fabricación de aislamientos térmicos y sonoros y también como composite para los salpicaderos de los coches

El kenaf es una planta similar a la del algodón de la que se obtienen fibras orgánicas para materiales de construcción, especialmente tableros aislantes, cada vez más demandados en el norte de Europa al ser un producto 100% ecológico. Esta es la razón principal por la que inversores daneses e israelíes han confiado a la empresa española BC Ingenieros el desarrollo de este nuevo cultivo industrial en el campo andaluz, a raíz de la intención de la firma Kenaf Industries S.L. de instalar una planta de transformación de fibra de kenaf en el término municipal de Villamartín, en la provincia gaditana, y que entrará en funcionamiento en 2016.

Para abastecer a esta industria, el proyecto contempla la siembra de entre 1.500 y 2.000 hectáreas del cultivo de kenaf, cuya semilla procede de plantaciones de Israel, por lo que «el proyecto ha suscitado el interés de los agricultores, tanto de la provincia gaditana como de las limítrofes, especialmente de Sevilla y de Málaga, por donde se podrían extender las plantaciones de kenaf», señala Eulogio Moreno, ingeniero agrónomo de BC Ingenieros, empresa que se encarga del asesoramiento técnico del proyecto.

Los promotores de la iniciativa, que prevé una inversión de 15 millones de euros, cuentan con el apoyo del Grupo de Desarrollo Rural Sierras de Cádiz y de la Comunidad de Regantes Llanos de Villamartín, que ven en el kenaf «una alternativa para dinamizar la comarca agraria y una oportunidad para apostar por una agricultura más rentable». De hecho, los regantes han puesto a disposición de los técnicos españoles una hectárea y media de terrenos para el cultivo experimental del kenaf, en la que se han sembrado un total de siete variedades distintas de la planta «con el objetivo de elegir la que tenga mejor rendimiento en el campo», señala Moreno.

En el mes de junio se realizó la plantación experimental y hasta la fecha «el cultivo se ha desarrollado sin ningún problema, pues se ha adaptado muy bien a las condiciones climáticas y de humedad de Andalucía y encaja con un amplio rango de suelos», señala el asesor técnico.

En cuanto a la preparación del suelo, «la plantación es similar a la del algodón, pues sólo precisa de una aplicación con herbicidas en la siembra, ya que su rápido crecimiento y densidad no permite la aparición de malas hierbas». No obstante, frente al algodón, «no es tan susceptible a plagas y enfermedades, exige menos agua y la recolección tampoco precisa apenas de mano de obra, por lo que resulta más económico para los agricultores».

La planta puede crecer entre 3,5 y 4 metros de altura y el tallo es la parte más importante de la misma, pues es de donde se obtiene la fibra.

La cosecha se realizará aproximadamente entre finales de septiembre y octubre, dependiendo de las condiciones climáticas, procediendo al corte, ahilamiento y empacado de la materia prima, aunque para la industria es fundamental que la fibra tenga menos de un 15% de humedad para que sea de calidad. La producción estimada para la zona ronda unas 20 toneladas de materia seca por hectárea.

El destino de la producción andaluza será el norte de Europa, pues «en países como Noruega, Dinamarca o Suecia la demanda de kenaf crece un 10% todos los años, por lo que ya estamos mandando muestras a algunos de esos mercados», señala Eulogio Moreno.