Los «pueblos fantasma» del Aljarafe durante los días que duró el Rocío vuelven a la normalidad

Estado de la plaza del Ayuntamiento de Huévar, al mediodía del pasado sábado

Pilas, Aznalcázar, Huévar del Aljarafe, Benacazón, Villamanrique de la Consea o Gines cerraron muchos establecimientos con plazas y calles desiertas

La masiva peregrinación a Almonte que origina la romería más importante de España, culminada en la madrugada del pasado lunes con el popular salto de la reja y la procesión de la Virgen del Rocío por las calles dela aldea almonteña, ha convertido en desiertos o pueblos fantasma a algunas localidades del Aljarafe como Pilas, Umbrete, Benacazón, Villamanrique de la Condesa o Gines, por citar sólo a algunas en las que las hermandades rocieras con más tradición en la comarca del Aljarafe y en la llamada segunda corona.

Miles de romeros peregrinan hasta el Rocío, dejando su casa, su negocio, y también su pueblo. Miles de vecinos de los que se desprenden las localidades del Aljarafe durante estos días, que dejan sus calles desoladas.

Pueblos tan rocieros como Gines, de los que salió la hermandad el miércoles de la semana pasada y que durante el pasado fin de semana mostraban su cara más triste, sin apenas gente por la calle.

Igual ocurría con Umbrete, que si bien, durante los días previos, debido al número de vehículos, la recogida de basura hubo de hacerse durante la noche, los días del Rocío resultaba incluso difícil encontrar dónde comprar el pan, porque muchas panaderías cierran hasta hoy martes, debido a la romería.

En Espartinas el pasado fin de semana muchas de sus calles permanecían desiertas, aunque los vecinos que no se habían ido a Almonte se aglutinan en el centro de ocio «El Espartal». Francisco Perea es uno de los camareros de la cafetería Versalles y asegura que se nota la falta de muchos de sus vecinos. «De todos modos, aquí siempre tenemos gente, porque es uno de los principales lugares de reunión en el pueblo, y la gente que no va al Rocío, viene aquí a tomar su café o su copa», comenta a ABC Provincia.

Carretera arriba, en Sanlúcar la Mayor, la situación es parecida. A la entrada del pueblo se encuentra uno de los supermercados, donde trabaja Almudena Castro, quien nos cuenta, que a pesar de que los romeros se hayan ido, «en el negocio no se ha notado la bajada de clientes». Esto se debe a que, durante los días previos, las personas que se fueron al Rocío, realizaron de forma masiva las compras en éste y otros supermercados de la localidad. «Durante el fin de semana, viene gente desde otros puntos de Andalucía, camino del Rocío, y hacen parada en el pueblo para comprar. Además, muchas de las personas que suelen venir a comprar, no se han ido este fin de semana».

Un caso similar es el de la estación de servicio Nuestra Señora de las Nieves, que se encuentra entre las localidades de Sanlúcar la Mayor y Benacazón, justo en el cruce de la autopista A-49, donde Jesús Santos, su responsable asegura que durante estos días han notado un incremento de trabajo durante estos días. «Vienen personas a repostar para ir al Rocío, de las localidades de Benacazón y Sanlúcar, pero además durante el fin de semana, sobre todo por la noche, paran muchos coches que van camino del Rocío a la celebración», comenta.

En la localidad de Benacazón también se nota el éxodo rociero, cuando en la cafetería Zambra, Cecilia Valero comenta que el pueblo ha quedado vacío. «La poca gente que queda, acude a esta cafetería», comenta.

Huévar del Aljarafe y Aznalcázar presentaban su cara más desolada, en la que todos los coches se encuentran aparcados y la plaza del ayuntamiento totalmente vacía. Sus bancos no son lugar de reunión y cuesta incluso trabajo ver a gente por la calle. Algunos bares abiertos, con sus terrazas puestas, donde se sientan, no más de tres personas, para tomar el aperitivo y leer el periódico.

Llegando a Pilas, y haciendo un recorrido por el pueblo, tan sólo se encuentra gente, en el interior del supermercado, tal vez apurando las últimas compras para irse al Rocío.

En el parque nos encontramos a uno de sus guardas, Diego Solís, quien comenta que son las dos y es la hora del cierre del parque. Tal vez, si no fuera este fin de semana, sería uno de los motivos en el que no haya ningún niño jugando en los columpios. Al preguntarle sobre el Rocío, asegura que aunque es evidente que haya menos gente en el pueblo, «cada año se nota menos que se va la gente al Rocío», ya que «la crisis afecta y es menor el número de personas que peregrina a la aldea».

Diego asegura que es «muy rociero», porque aunque trabaja en Pilas, es de Villamanrique, uno de los pueblos con más tradición rociera del Aljarafe. «Este año como me ha tocado trabajar, me he quedado sin ir al Rocío», comenta.

La mayoría de los bares de Pilas permanecen cerrados. Sólo algunos tienen sus puertas abiertas, como Hermanos Galán, la peña bética y la sevillista, donde uno de sus camareros, Juan Carlos Leiva, comenta: «Al ser una peña abrimos para los socios, aunque también acude mucha gente de fuera del pueblo en estos días». En la peña «Enrique Lora» está trabajando tras la barra una almonteña, Rocío del Mar Carmona. «En mi familia no son muy rocieros, pero a mí sí me gusta ir a la aldea , pero este año no ha podido ser, debido a que me ha tocado trabajar. Me gustaría estar allí, pero este año, por las circunstancias no lo puedo vivir», lamenta.