Rafael Moreno Segura se presentara en 2015 a su reelección como Alcalde de Huévar

Rafael Moreno Segura – Alcalde de Huévar del Aljarafe

La mayoría de los alcaldes con más años en el cargo repetirán como candidatos en las municipales de mayo Salvo Gordillo y Toscano, el grueso gobierna desde los años 90.-

– El tirón de los veteranos se mantiene

A cuatro meses de las elecciones municipales, la mayoría de los alcaldes más veteranos de la provincia -los que han superado los 15 años en el puesto o están cerca- han confirmado que repetirán como candidatos. Ningún partido tiene limitación temporal en este sentido y coinciden en que, a diferencia de otros cargos públicos, la experiencia es un grado en la Administración local y en que el hecho de verse cada día con unos vecinos que conocen la trayectoria y el talante de cada cual y lo refrendan ya supone una renovación. Sólo cuando no hay ganas, se han agotado las ideas y se ha perdido la confianza de esos vecinos es momento de dar paso atrás, si no hay irregularidad previa en la gestión. 

El grueso de esos alcaldes sevillanos más veteranos está ganando elecciones desde mediados de los años 90. No obstante, hay dos casos excepcionales, el de Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda desde 1979, y el de Francisco Toscano, que gobierna en Dos Hermanas desde 1983. 

Juan Manuel Sánchez Gordillo. Alcalde de Marinaleda desde 1979 

El alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, es el único regidor sevillano que ha estado ininterrumpidamente en el cargo desde las primeras elecciones municipales de la democracia, hace casi 36 años. Aunque de esa misma generación hay otros políticos en activo, como el que fuera alcalde de Castilblanco, Manuel Ruiz Lucas, que sigue como edil, Gordillo es el único que ha sido refrendado por mayoría absoluta en todas las elecciones, hasta el punto de que su figura está ligada indisolublemente al municipio de 2.800 vecinos y al peculiar sistema social, político y económico que ha desarrollado. 

Aunque él no ha confirmado nada, casi todos dan por hecho que, ya con 66 años cumplidos repetirá el 24 de mayo como cabeza de cartel de IU (si sigue en ella) o de la CUT o de las siglas que estime. Sobre todo después de que, tras anunciar lo contrario, en noviembre renunció «por imperativo legal» a su acta como parlamentario autonómico para seguir como alcalde, cargos que, con la nueva Ley Electoral Andaluza, son incompatibles. Entonces defendió que puede «servir mejor» a los intereses de Marinaleda y del pueblo andaluz desde un Ayuntamiento «al que he servido toda mi vida y pienso seguir sirviendo». 

Aunque Podemos ha querido marcar distancias con un modo de entender la política y lo público que, en cierto modo, es un antecedente y un referente de muchas de las cosas que pretende, Gordillo considera que la crisis y lo que ha provocado ha vuelto a poner de actualidad sus planteamientos, a darles validez. Arrastra problemas de salud, pero no está de retirada. 

Francisco Toscano. Alcalde de Dos Hermanas, desde 1982 

Pese a que prácticamente se quedó solo como referente crítico en el PSOE de Sevilla tras el ascenso de Susana Díaz, nadie sería capaz de mover la silla a este abogado que, como Gordillo, tiene 65 años cumplidos. Desde 1982 es alcalde de Dos Hermanas, un municipio que tiene ya 130.000 habitantes, más que las capityales de Cádiz y Jaén, y es la mayor ciudad andaluza en la que el PSOE gobierna con holgura. 

Frente a otros municipios cuyo crecimiento ha ido decantando el voto hacia la derecha, en Dos Hermanas el PSOE ha mantenido la pujanza, con una gestión que no ha dejado deudas inasumibles y que le ha salvado de los recortes. Hasta el páramo que ha sido durante estos años la zona de Entrenúcleos, su apuesta para unir Montequinto y el núcleo principal se salvará en el balance, porque con todo prácticamente urbanizado ha logrado atraer la inversión de los jesuitas en la Universidad Loyola Andalucía. 

No obstante, en los últimos años, no estaba tan claro que Toscano repitiera después de 32 años. Ha deshojado margaritas y la pasada primavera comunicó a los suyos que se iba. Dice que repite porque los vecinos y los compañeros se lo han pedido, será sólo una vez más antes de jubilarse, en un momento incierto y con muchos cambios, para culminar proyectos. Pese a ello, había dudas sobre quién tomaría el relevo, ya que los dos nombres que se han barajado Francisco Rodríguez y Agustín Morón, no tienen de momento la proyección de Toscano para garantizar el feudo. Ha sido representante en la Diputación (aunque es muy crítico con la forma de las diputaciones) y presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (Famp). 

Antonio Gutiérrez Limones. Al frente de Alcalá de Guadaíra desde 1995 

El nombre del senador socialista por Sevilla Antonio Gutiérrez Limones se ha barajado muchas veces para otras esferas políticas que no se han confirmado. Incluso, en la etapa de Manuel Chaves en la Junta, se dijo que este abogado que en 2015 cumplirá 52 años, podría aspirar a relevarlo en lo que él definió después como una «leyenda urbana». La última vez que se apuntó su salida del Consistorio fue en vísperas de las elecciones europeas para ir en las listas a ese Parlamento. Pero, de acuerdo con el criterio de la entonces presidenta del PSOE de Sevilla, Susana Díaz, se quedó en Alcalá con el reto de recomponer una agrupación local que le cuestiona en parte y la imagen del PSOE tras el caso de transfuguismo y una oposición que denuncia graves irregularidades en la gestión de fondos públicos, en un caso que se instruye en los juzgados. Tampoco en Alcalá de Guadaíra, que acaba de llegar a los 75.000 vecinos y que, a diferencia de Dos Hermanas, sí tiene deudas, había un relevo claro consolidado a Gutiérrez Limones, con carisma y tirón personal suficiente para remontar en una situación muy compleja en 2015. Será la quinta vez que sea cabeza de lista tras 20 años como alcalde. 

Carlos López. Regidor en Alcolea del Río desde 1995 

Como Limones, Carlos López lleva 20 años como alcalde de Alcolea (3.400 habitantes) y repetirá en 2015 por última vez, anuncia, antes de jubilarse. Su biografía es curiosa. Trabajaba como cosario, ese oficio que da nombre al quiosco junto a Plaza de Armas en el que desayunaban los recaderos de los pueblos, cuando había pocos coches e internet no se imaginaba, que acudían a Sevilla a resolver asuntos de otros por módicos precios. Cuando en 1995 fue candidato del PSOE, ganó por mayoría absoluta en un municipio en el que gobernaba IU. Hasta hoy. Explica que las deudas que otros se han encontrado ahora, las tuvo entonces: se debían doce millones de pesetas a Endesa, 30 a la Caja de San Fernando, nueve a proveedores. Es uno de los pocos municipios que no han tenido que presentar ahora el obligado plan de pago a proveedores y esa gestión es su aval, con los servicios y equipamientos que enumera y que le «motivan» a volver a presentarse. No ocurriría lo mismo si el balance fuera otro. 

«La corrupción no tiene solución, es porque la persona se corrompe, esté el tiempo que esté», afirma cuando se le pregunta por la limitación de mandatos como medida de transparencia y regeneración. Defiende que en una Alcaldía la experiencia es un grado. Lo que puedas hacer por el pueblo depende, en buena medida, de que conozcas cómo funciona la administración, los resortes. Otra veterana edil de Alcolea, Amparo Gil, es representante y responsable del área de Organización en la Diputación y su mujer. 

Rafael Moreno. Gobierna en Huévar del Aljarafe desde 1997 

Rafael Moreno, que es asesor en la Diputación y ha sido presidente de la Mancomunidad de Residuos del Guadalquivir, entró como concejal en el Ayuntamiento de Huévar en 1991, cuando estudiaba Derecho y repitió en las listas en 1995, ya como número dos. En noviembre de 1997, el anterior alcalde socialista renunció y él le relevó en el puesto. En las elecciones municipales que ha habido desde entonces en este municipio de 2.800 vecinos ha refrendado la mayoría absoluta.

Su figura adquirió proyección cuando el boom urbanístico llegó al Aljarafe interior y el aterrizaje de proyectos como el centro logístico de Mercadona abrieron grandes expectativas, que no se están cumpliendo del todo. A diferencia de otros alcaldes veteranos, en su balance los números del Ayuntamiento no son buenos: hay deudas, de varios millones incluso con la Seguridad Social por sus esfuerzos por mantener una plantilla que es hoy de 141 personas, lo que supone el 5% del padrón de 2.800 vecinos. Él ha venido defendiendo que es una manera de apoyar el empleo y a las familias en tiempos difíciles, que han frenado esas perspectivas que tenía Huévar. En 2015 cumplirá 18 años al frente del Consistorio, que serán más si el PSOE -algo que casi todos dan por hecho- refrenda su mayoría. 

José Luis Vidal. Alcalde en Almadén de la Plata desde 1999 

José Luis Vidal, maestro jubilado de 67 años, es el más veterano alcalde del PP en Sevilla, en Almadén de la Plata. Es, además, uno de los pocos casos en los que ha ejercido el cargo con un breve paréntesis. Fue elegido por primera vez, con mayoría absoluta, en 1999 y refrendado en 2003, pero en 2007 perdió frente al PSOE. Pese a que no es muy frecuente, volvió a ser candidato por su partido y cuatro años después, en 2011, recuperó la mayoría absoluta. Todavía medita si repetirá en 2015. Sobre el debate de si se deberían poner límites a la permanencia en el cargo, subraya que «no se trata de renovar por renovar», que lo que hay que tener en cuenta es la gestión del alcalde, del tirón que tenga. Que la «sabiduría, la experiencia» son un grado y se deben aprovechar si, como en su caso, se mantiene el ímpetu y las ganas de emprender, que considera básicas. 

Entre los veteranos del PP en Sevilla está también Domingo Salado, alcalde de Espartinas desde 2003, con la peculiaridad de que relevó en el cargo a su madre, Regla Jiménez, que falleció poco después de ser reelegida por mayoría absoluta. En el caso de Salado ha anunciado que repetirá en 2015. El resto de los ediles del PP en la provincia llevan menos tiempo. 

José Castro. Regidor en Villanueva del Ariscal desde 1999 

«Los alcaldes veteranos no podemos irnos en tiempos difíciles, sería de cobardes», afirma José Castro, alcalde de Villanueva del Ariscal, tras confirmar que repetirá por quinta vez como número uno de la lista del PSOE en las municipales, con 52 años, y tras un mandato muy difícil en el que los alcaldes -ese político que no cierra porque los vecinos le buscan en casa, en el bar o en el cole de sus niños- han tenido que oír y buscar soluciones de emergencia para demasiados problemas. Pese a los números y las cuentas pendientes que Villanueva ha tenido que liquidar con retraso en estos años, coincide con otros en que la gestión lograda le anima a presentarse y cita el pabellón cubierto, el carril bici, que están al día con las nóminas… En 2011 empató en ediles con el PP y gobierna gracias a un pacto con IU. Antes de ser alcalde ejerció unos años su oficio de electricista.

Francisco Casero. Gobierna en el Castillo de las Guardas desde 1999 

Es otro de los alcaldes desde 1999, pero que ha anunciado que no va a repetir en de 2015. «La política local no está valorada» es un trabajo del que no se desconecta, siempre al frente de la gente y siempre difícil. «Todos los años son complicados, con bonanza o con crisis el alcalde siempre está al frente», añade. Pese a su decisión de dar un paso atrás, a este delinieante no le parece necesario que otros compañeros, «buenos alcaldes de la provincia», tengan que irse por una limitación de mandatos, y diferencia otros puestos (diputado, senador…), en los que se está representando a unas siglas a las que se vota en última instancia, de la alcaldía de un pueblo pequeño, en la que se vota a la persona. La renovación la marcan los ciudadanos que conocen de primera mano lo que hace cada cual, explica. 

Francisco Jiménez. Alcalde de Utrera desde 2003 

No es el único alcalde de la provincia que lo es desde 2003, pero el más veterano del PA y del cuarto mayor municipio de la provincia, tras la capital, Dos Hermanas y Alcalá. Francisco Jiménez es uno de los pocos regidores que, pese a que tenga asignaciones económicas como político, no se ha desvinculado de su trabajo como profesor en la Facultad de Física. Admite que, a veces, ha pensado en dar un paso atrás, pero le impulsa el proyecto de política «seria y real» que defiende para Utrera, frente a la oposición y a unas alternativas que cree que perjudicarían a la ciudad. «Si me tengo que ir será porque lo digan los vecinos», ha defendido cuando, en este mandato difícil, con un pacto con el PP, muchos ha querido ver en su gestión signos de agotamiento y le han pedido que se vaya.