El robo de 3.000 metros de cable deja sin luz a parte de la urbanización Guadial

Una imagen de cómo quedó una de las farolas tras el robo del cable.

El robo de 3.000 m de cable de las farolas del alumbrado público de la Urb, Guadial deja sin luz parte de sus viales.

La urbanización Guadial, situada en el término de Huévar, a un kilómetro de su casco urbano, podría servir para ilustrar uno de esos reportajes sobre las huellas que el pinchazo de la burbuja del ladrillo ha dejado en Sevilla. Iba a tener 750 casas, una zona industrial y terciaria, un club deportivo y social que se fueron entregando a partir 2008, el año del estallido. 

Pero, según explica el presidente de la entidad urbanística de conservación, Ignacio Montaño, apenas un centenar de 300 viviendas que se llegaron a construir están habitadas. El resto siguen vacías y, casi todas, en manos de los bancos o son un solar. Lo mismo pasa con las naves que formaban parte del complejo, al otro lado de la llamada Avenida de Sevilla. Las instalaciones del club social, con piscinas, gimnasio y pistas varias cerraron en 2012. 

En este contexto, es terreno abonado para los robos.

Montaño asegura que no queda ya, por ejemplo, ni un solo banco del pequeño parque y que las tapas de hierro de las arquetas también han ido desapareciendo. La peor parte se la llevan las naves. El último golpe ha sido el robo de prácticamente todo el cableado de una de las aceras, la que da ya al campo de olivos, de la Avenida de Sevilla, más de 3.000 metros de cable que iba por 30 farolas separadas unos 25 metros entre sí. Están sin luz desde el viernes 19, aunque no se percataron de que se trataba de un robo hasta el martes, cuando el electricista municipal miraba qué había pasado y vio cómo se llevaban parte del cable -se han podido recuperar 25 metros- que estaba escondido entre los olivos. Se puso la denuncia en la Guardia Civil. 

A través de huecos en el cerramiento de maya del perímetro de la Urb. Guadial extraían el cableado hacia una zona de olivos

Pero reponer este nuevo destrozo es casi misión imposible.

Según el presidente de la entidad urbanística de conservación en la que están los vecinos, las entidades bancarias, los promotores y el Ayuntamiento y que asume el mantenimiento de las zonas comunes que, de otra forma, recaería en el Consistorio entre la adquisición del cable que falta y la mano de obra harían falta entre 27.000 y 30.000 euros, que, asegura Montaño, ni la entidad ni el Ayuntamiento pueden asumir. Éste sólo hace pequeños trabajos, de jardinería por ejemplo, y en función de una disponibilidad presupuestaria que es casi nula: debe siete nóminas a su personal, de varios años, y tiene retenidos los ingresos del Estado y la Junta por su deuda con la Seguridad Social. Así, sólo se va a intentar dar una solución a una tercera parte de la avenida, que coincide más o menos, con las viviendas, el resto tendrá que esperar.

Diario de Sevilla.