El medio ambiente y la flora urbana de Huévar del Aljarafe

Imagen de la Avda. del Rocío donde van desapàreciendo los naranjos y limoneros

Imagen de la Avda. del Rocío, una de las calles donde van desapareciendo los naranjos y limoneros

Calles que antes lucían con frondosos arboles ahora se ven cada vez más vacías

@bejaroldan  Las Diputaciones Provinciales suelen dar arboles y plantas a los municipios para que estos repongan sus vías como  es el caso de  Almería entre otros.

Las zonas que, están «más abandonadas arbolicola-mente»

En Huévar del Aljarafe, calles como, la Fuente, Avda. del Rocío, Virgen de la Soledad, Virgen de la Sangre, Virgen de los Dolores, Bda. Felix Rodriguez de la Fuente, etc, ven como paulatinamente van perdiendo un arbolado que no se repone, y sus arriates son suplantados por hormigón.

Arboles que se secan de la noche a la mañana, y que algunos vecinos incluso tapan con cemento el lugar donde estaban plantados. Otros al parecer los cortan directamente a su antojo y sin permisos, o tal vez y como dicen algunos con sus sus pretextos, quejas y/o justificaciones diciendo  «porque les molesta tenerlos junto a sus fachadas o porque dicen las dañan o las tapan». También los arboles suelen recibir posiblemente, podas o talas inadecuadas y otros se secan por falta de riego e incluso antes de ser plantados, etc. Situaciones diversas que convierten a los pueblos….menos verdes y saludables.

Cada año, la Diputación de Sevilla ofrece un programa de adquisición de plantas a los ayuntamientos de la provincia para reponer y embellecer calles, parques y plazas que permite, además de embellecer los municipio, paliar el sonido de calles con mucho tráfico, y mejorar la calidad del aire en su entorno.

Arriate tapado con hormigón

Uno de los arriates tapado con hormigón

Según la ONU.

Para mejorar la sostenibilidad y la calidad de vida de los habitantes, los árboles son una de las mejores estrategias, gracias a sus ventajas para el medio ambiente, la economía y la salud. Este artículo señala seis razones para poseer y reclamar más árboles en las ciudades y pueblos.

1. Disminuyen la contaminación y mejoran la salud de los ciudadanos

Los árboles, además de mejorar la calidad del aire con su aporte de oxígeno y humedad, reducen la contaminación urbana: atrapan y eliminan todo tipo de partículas nocivas en suspensión. Las especies de hojas tomentosas (con vello) son más eficaces para captar partículas de menor tamaño, las más perjudiciales para la salud. Los árboles absorben y bloquean el ruido, de manera que reducen la contaminación acústica urbana. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala diversos estudios que demuestran que la proximidad a los árboles puede reducir los casos de asma infantil y las alergias. Los expertos también recuerdan sus efectos psicológicos positivos, al suavizar los grises entornos urbanos y proporcionar un carácter natural más agradable.

2. Proporcionan un ahorro de energía

Las ciudades sufren el efecto «isla de calor«, por el que aumentan su temperatura varios grados. Como consecuencia, se incrementa el uso de los sistemas de climatización y, con ello, un mayor gasto energético. Los árboles evaporan agua, ofrecen sombra y regulan así la temperatura de su entorno. El incremento de un 10% en la cubierta de las copas de los árboles en las ciudades puede disminuir de 3 a 4°C en la temperatura ambiente, según datos recopilados en Reino Unido y dados a conocer por el PNUMA. En invierno también disminuyen el gasto de calefacción: hacen de muralla contra el viento, que produce una sensación térmica de mayor frío.

3. Revalorizan las viviendas y las ciudades

El portal TreeHugger calcula que una vivienda con árboles cercanos o en su misma propiedad aumenta entre un 10% y un 23% su valor económico. El coste de plantar y mantener un árbol durante tres años oscila entre 190 y 455 euros, pero ofrecerá unos beneficios directos de unos 68.000 euros a lo largo de su vida, según dicha web. Las ciudades con un mayor arbolado ofrecen un atractivo más para empresas y turistas.

4. Combaten el efecto invernadero de la atmósfera

Los árboles atrapan el dióxido de carbono (CO2), el gas de efecto invernadero con mayor impacto en el cambio climático. Algunos árboles tienen mayor capacidad de absorción que otros, un dato importante a la hora de plantar nuevos ejemplares con el objetivo de luchar contra el calentamiento global. Así lo hacen la Junta de Andalucía y la Universidad de Sevilla con el proyecto «Bosques por ciudades«. Sus responsables concluyen que árboles como el limonero, el naranjo amargo, el quejigo y el laurel son los que mayor capacidad de secuestro del CO2 tienen. Además, calculan que 2.000 árboles de este tipo pueden atrapar al año 160 toneladas de CO2. Varios municipios andaluces han asumido el proyecto.

5. Aumentan la biodiversidad local

Los árboles ofrecen hogar y alimento para numerosas especies animales y vegetales. La biodiversidad, y los beneficios que ella ofrece, es mayor cuantos más árboles, arbustos y parques urbanos y periurbanos posea la ciudad.

6. Conservan la calidad del entorno

Los árboles producen materia orgánica en la superficie del suelo con la caída de sus hojas, y sus raíces aumentan la permeabilidad del terreno. La web Natura Medioambiental asegura que gracias a ello los árboles reducen la corriente del agua de las tormentas, disminuyen la erosión del suelo y la cantidad de sustancias químicas en los arroyos. Sin árboles, las ciudades tendrían que aumentar el sistema de alcantarillas y tratamiento de residuos, así como el drenaje para las aguas.

Plantar más árboles sí, pero bien hecho

El aumento de la superficie arbolada urbana y sus beneficios se debería convertir en una prioridad tras leer este artículo, pero hacerlo de cualquier manera supone diversos inconvenientes.

En la actualidad se suelen plantar árboles en las poblaciones y ciudades «muy alegremente»: sin una debida planificación, sin preparar el suelo, sin una adecuada selección de especies, etc. Como consecuencia, los árboles están débiles y enfermos, se caen al estar mal anclados al suelo, dañan el mobiliario urbano y encarecen el servicio de mantenimiento, etc. Por ello es una plantación mal realizada sale peor y más cara a la larga. Por otro lado debería de tenerse en cuenta la elección de especies adecuadas al clima y suelo y a las características del viario urbano.